Las autoridades iraníes anunciaron este jueves la primera ejecución de un preso condenado a muerte por participar en las protestas que sacuden el país desde mediados de septiembre.
Mohsen Shekari, fue ejecutado a primera hora de la mañana del jueves tras ser condenado a muerte el pasado 29 de noviembre por herir a un basiji (miliciano islámico) con un cuchillo, bloquear una calle y crear terror en Teherán, informó la agencia Mizan, del Poder Judicial. Es el primer ahorcamiento de un manifestante condenado a muerte después de las últimas protestas.
Todos esos delitos acarrearon la condena de “guerra contra dios”, que se llega a castigar con la pena de muerte, como ha sido este caso.
El ejecutado confesó durante el juicio que había recibido “pagos” por atacar a agentes de la ley y que por ello acuchilló al miliciano, quien necesitó 13 puntos de sutura tras el ataque.
Además, Ebrahim Raisí, presidente de Irán, prometió este viernes que castigará “con determinación” a los manifestantes que protestan pidiendo el fin de la República Islámica, un día después de la primera ejecución de una persona condenada por participar en las movilizaciones.
“Perseguiremos con determinación la identificación, el juicio y el castigo de los perpetradores del asesinato de las fuerzas de seguridad”, afirmó el mandatario en una ceremonia en honor de los efectivos de seguridad muertos en las protestas, declaraciones recogidas por Efe.
Raisí indicó que los “enemigos buscan dañar los valores de la Revolución Islámica” con una "nueva guerra combinada". “Los enemigos afirman que defienden la vida de los iraníes pero en la práctica asesinan a inocentes”, aseguró
Nuevas protestas
Los activistas iraníes llamaron este viernes a nuevas movilizaciones el sábado en las calles de Irán para protestar por la ejecución de Shekari.
"Llamamos por la muerte de Mohsen Shekari, mártir por la libertad de nuestro país, y en contra de la ejecución de los compañeros encarcelados", afirmó el colectivo Jóvenes de los barrios de Teherán en redes sociales.
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"No pararemos hasta el derrocamiento del sistema que mata niños", añadieron los activistas.
La ejecución de Shekari también ha provocado un aluvión de críticas internacionales. La Unión Europea condenó "en los términos más enérgicos posibles" la ejecución e instó a Teherán a que se abstengan de aplicar la pena capital, denuncias a las que se han sumado países como Alemania, Canadá, Italia o Reino Unido.
"Métodos proporcionados y comunes"
Ante las críticas internacionales, el Gobierno de Irán calificó como "proporcionada" y "mesurada" su respuesta policial y judicial, y acusó a los países occidentales de hipocresía y de apoyar las protestas.
“Irán ha empleado métodos antidisturbios proporcionados y comunes”, indicó en Twitter el Ministerio de Exteriores iraní a última hora de anoche. “Lo mismo es cierto acerca del proceso judicial: mesurado y proporcionado”, aseguró la cartera de Exteriores.
Al mismo tiempo, defendió la actuación de las fuerzas de seguridad y judiciales en nombre de la seguridad.
“La seguridad pública es una línea roja. El asalto y el vandalismo no son tolerables”, remarcó el Ministerio de Exteriores.
Las autoridades judiciales han condenado a muerte a 11 personas hasta ahora por su participación en las movilizaciones y a un número indeterminado a penas de prisión.
Las revueltas sacuden Irán desde la muerte de Mahsa Amini a mediados de septiembre, tras ser detenida por la Policía de la Moral por llevar mal el velo islámico. Pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.