Ayer día 17 de diciembre, aniversario del acto que hizo estallar las Primaveras Árabes en 2010, cuando un jóven se prendió fuego en Túnez en protesta del gobernante Ben Ali, se celebraron elecciones en el país. A las urnas sólo acudió un 8,8% de la población (en contraste al 41% en 2019), lo que es considerado un "fracaso electoral" por la coalición Frente de Salvación Nacional, que integra a los principales partidos de la oposición. En base a estas cifras han demandado la dimisión del presidente tunecino, Kais Said.
"Desde este momento, consideramos a Said un presidente ilegítimo y exigimos su renuncia después de este fiasco", declaró anoche el histórico opositor del dictador Ben ali, Ahmed Nejib Chebbi, que lidera la coalición.
La exigua participación en los comicios que convocó el presidente, tras disolver el Parlamento, cuestiona ahora la hoja de ruta de Said, que gobierna con plenos poderes desde el 25 de julio de 2021.
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Más de 9.1 millones de tunecinos, residentes o no en Túnez, fueron llamados a votar una nueva ley electoral para sustituir a los partidos por listas uninominales a dos vueltas. Unas elecciones "boicoteadas" por la mayoría de formaciones políticas al considerarlas una vía hacia la constitución de un sistema neopresidencialista del actual líder, Kais Said.
El Frente opositor está formado por el partido islamista Ennahda, primera fuerza política, el liberal Corazón de Túnez, la demócrata Al Amal (Esperanza), la Coalición ultranacionalista Al Karama y Tounes Al Irada, fundada por el expresidente Moncef Marzouki.
En los mismo términos se pronunció Abir Moussi, líder del Partido Desturiano Libre, nostálgico del antiguo régimen, que declaró "vacante" la posición del presidente tunecino así como del gobierno de la primera ministra Najla Buden, ante el más del 90% de abstención en las elecciones.
"El partido se reserva el derecho de escalar (las acciones) de acuerdo con los medios legalmente disponibles para imponer la aplicación de la voluntad popular", que "rechaza el fallido y destructivo sistema de Kais Said", declaró Moussi.
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Las elecciones se celebraron doce años después de la inmolación del joven vendedor ambulante, Mohammed Bouazizi; evento considerado como resorte de la revolución que derrocó al dictador Zine el Abidine Ben Ali y que hizo de Túnez la cuna de la llamada Primavera Árabe.
Hasta el día 20 de diciembre no se esperan los resultados pero por ahora, el índice de votación ha sido con diferencia, el más bajo de todos los procesos electorales celebrados desde entonces. Unos datos que no sorprenden teniendo en cuenta que la inflación asciende hasta el 9,8% y que se encuentran a la espera de recibir un préstamo de 1.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.