Varias ONG anunciaron este domingo la suspensión de sus programas en Afganistán después de que el régimen talibán emitiera este sábado una orden que prohíbe a las organizaciones no gubernamentales dar empleo a mujeres.
Los máximos responsables de Save the Children, CARE y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) emitieron un comunicado conjunto en el que subrayaron que no es posible "alcanzar de forma efectiva a niños, mujeres y hombres en desesperada situación de necesidad en Afganistán" sin su personal femenino.
"Sin las mujeres que lideran nuestra respuesta, no habríamos logrado alcanzar a millones de afganos en situación de necesidad desde agosto de 2021", destacó la nota difunda a los medios.
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"Más allá del impacto para el suministro de ayuda que salva vidas, esto afectará a miles de puestos de trabajo en medio de una enorme crisis económica", agregaron las organizaciones, en referencia a la decisión de los talibanes.
Por todo ello, las tres ONG han decidido suspender sus programas de asistencia en el país de forma temporal, a la espera de que se esclarezcan las consecuencias prácticas del anuncio de este sábado.
"Suspendemos nuestros programas y exigimos que los hombres y las mujeres puedan continuar con nuestra asistencia que salva vidas en Afganistán en igualdad de condiciones", remacharon.
También la ONG danesa Dacaar (Comisión Danesa de Ayuda a los Refugiados Afganos) anunció este domingo que mantendría cerradas sus oficinas hoy y mañana en solidaridad con las mujeres afganas y para evaluar "hasta qué punto son serias" las intenciones del Gobierno.
La organización, que emplea a unas 500 mujeres afganas -un tercio de su plantilla en el país- decidirá en las próximas 24 horas sobre el futuro de su actividad en Afganistán, según un representante citado por la agencia danesa "Ritzau".
El ministro de Economía afgano, Qari Din Mohammad Hanif, emitió este sábado una orden por la que solicita a todas las organizaciones no gubernamentales de carácter nacional e internacional que despidan a sus empleadas. Los talibanes justifican la medida con el argumento de que éstas incumplían las leyes de vestimenta propugnadas por su visión fundamentalista del islam.
El pasado martes, las autoridades prohibieron la admisión de mujeres en las universidades públicas y privadas de todo el país.
La realidad que viven las afganas a día de hoy se asemeja cada vez más a la época del primer régimen de entre 1996 y 2001, cuando en base a una rígida interpretación del islam y su estricto código social conocido como pastunwali prohibieron la asistencia femenina a las escuelas y recluyeron a las mujeres en el hogar.
Más avisos a EEUU
El principal portavoz del gobierno de los talibanes, Zabiullah Mujahid, ha advertido este domingo a Estados Unidos que deje de interferir en la toma de decisiones internas tras las críticas recibidas por las medidas restrictivas impuestas a las mujeres de Afganistán.
"Los funcionarios estadounidenses deberían dejar de interferir en nuestros asuntos internos. Todas aquellas instituciones que quieran operar en Afganistán están obligadas a cumplir con las normas y reglamentos de nuestro país", instruyó el portavoz del Gobierno talibán en Twitter.
El mensaje emitido por las autoridades afganas se produce con motivo de un mensaje publicado por la encargada de negocios de la misión estadounidense en Afganistán, Karen Decker, en el que condena a los fundamentalistas por "evitar que las mujeres y los niños mueran de hambre cuando ya no se permite a las mujeres distribuir asistencia a otras mujeres y niños".
Ante estas palabras, el Gobierno talibán enfatizó que no permitirán que "nadie hable tonterías o haga amenazas con respecto a las decisiones de nuestros líderes bajo el título de ayuda humanitaria".