Por qué El Chapo y su hijo El Ratón son héroes en Sinaloa: su cártel les ayuda más que el Gobierno

La organización que en su día estuvo liderado por "El Chapo" Guzmán lídera el narcotráfico de heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana en la frontera estadounidense. A día de hoy se encuentra liderada por Ismael Zambada García, y los "chapitos", los hijos de Guzmán, Alfredo Guzmán Salazar, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, detenido el pasado jueves. Éstos continúan expandiendo sus negocios por Asia, Europa y África Occidental buscando la independencia del mercado americano.

A pesar de la peligrosidad derivada de su actividad, la población de los territorios controlados por el Cártel de Sinaloa se han convertido en sus fieles y mayores defensores. La oleada de violencia desatada tras la detención de Ovidio Guzmán, apodado El Ratón, ha sido la última muestra de apoyo social a la organización criminal. Pero ¿por qué este afán?

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El caso del Cártel de Medellín, liderado por el famoso colombiano Pablo Escobar, es un gran ejemplo para entender el simbolismo de estas organizaciones criminales en las poblaciones sobre las que lideran. Los cárteles se apoyan en los sectores sociales más necesitados, proporcionándoles ayuda económica, hogares, puestos de trabajo y buenas condiciones de vida a cambio de su apoyo.

Beltrán, un jóven mexicano que ha solicitado mantener su anonimato detalla para EL ESPAÑOL el problema de la narcocultura de la siguiente forma. "En México en general y especialmente en Sinaloa, el apoyo al narcotráfico se debe a muchas cosas. Por un lado, el sector joven tiene una idea de la narcocultura que está muy arraigada al enaltecimiento de la figura del narco. Los jóvenes al ver que los narcos tienen poder, dinero, mujeres y unas 'casotas' quieren eso y quieren tener ese sentimiento de poder. En México mucha gente necesita poder y eso viene de la corrupción".

La secretaría de Defensa Nacional de México anunció que aproximadamente unas 500.000 personas se encontraban relacionadas con el tráfico de drogas del país. Muchos de ellos campesinos y jóvenes. El gérmen de la narcocultura se halla en la pobreza del país, sumado a una percepción generalizada de abandono por parte del Estado. El cártel se encarga de proporcionar vivienda, seguridad y empleo a los habitantes de las áreas bajo su domino, destacando ante la inacción estatal.

"El narcotráfico apoya a sus propias comunidades, poniendo hospitales, escuelas, construyendo carreteras... Les apoya con un beneficio para que la población esté con ellos y sean ellos mismos los que pidan que saqueen al ejército, para que así ellos sigan mandando. La gente apoya a ciertos cárteles porque reparten despensas, sobre todo en época Covid, hace un trabajo que el Gobierno mexicano no hace. El cartel de "El Mencho" mandó hacer su propio hospital para que le trataran, esta gente construye cosas supuestamente en beneficio de la población y por eso les apoyan a morir", asegura el jóven.

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La narcocultura queda representada de manera muy clara con la agricultura. A raíz de la última Reforma Agraria los campesinos, una amplia mayoria nacional, han percibido un abandono por parte del Gobierno, quien ha apostado por la privatización de las tierras a favor de la entrada de empresas internacionales para su explotación. En este sentido el cártel genera puestos de trabajo, financia las semillas, los fertilizantes, el agua y la cosecha de los cultivos y garantizan, además de un beneficio económico adicional en caso de que éstos sean destruidos por el ejército.

Beltrán hace referencia a este hecho. "También el narcotráfico apoya al campo. Hay mucha desigualdad en el país, mucha gente que trabaja en el campo y no recibe apoyo del Gobierno. Y claro, llega el narco y dice "tú tienes terreno, necesito que plantes mis semillas y además te doy dinero". El que es padre de familia y necesita dinero obviamente va a aceptar ese trabajo y sembrará droga para los narcotraficantes".

El Cartel de Sinaloa actúa como un “estado paralelo” en determinadas zonas bajo su control y ha invertido en la construcción de colegios, hospitales y casas. De esta forma goza de un control relativamente inalterable sobre su territorio, además de cierta aceptación social, gracias a la narcocultura generalizada.

En este sentido nuestro testigo señala como otro factor más a añadir el factor religioso. "Po último, la adoración a su Santo, Malverde. Cuenta la leyenda que es un forajido, estilo Robin Hood, que estaba mayormente en Sinaloa. El cártel tiene su propio Santo a que le rezan y es su patrón".

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Narcofilantropía en tiempos de COVID

La pandemia ha servido a los cárteles, especialmente al de Sinaloa y al CJNG, para proclamarse como la 'salvación' frente al abandono del propio Gobierno. De esta forma los cárteles han afianzado sus bases sociales y expandido su área de ifluencia.

En tiempos Covid las restricciones afectaron a aquellos más necesitados, incluyendo además los cortes de suministro de elementos básicos en amplias zona del país. Para paliar la escasez de suministros los cárteles han centrado su acción social en el reparto de alimentos, postulándose como la única alternativa ante la corrupción y el abandono del Estado. Además de asegurar la seguridad y justicia ciudadana, siendo éstos los 'verdugos' de la criminalidad.

Una especie de campaña electoral para ganar adeptos. En la ciudad de Guadalajara la hija de "El Chapo" repartió cajas ed víveres a los ancianos con la imagen y el nombre de su padre impreso en ella.