El negocio familiar de Trump, dedicado a los bienes raíces, ha sido condenado a pagar una multa de 1,61 millones de dólares (1,4 millones de euros), según ha sentenciado el juez del Tribunal Supremo de Nueva York este viernes.
La empresa del ex presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido castigada por la comisión de fraude fiscal y financiero, mediante una trama de evasión de impuestos durante años.
A principios de diciembre, un jurado declaró culpable de 17 delitos económicos a dos empresas pertenecientes a la organización del expresidente, Trump Corporation y Trump Payroll Corporation, en un caso en el que no estaban acusados él ni sus familiares.
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Se trata de la máxima pena que había recomendado para la sentencia la Fiscalía de Manhattan, encabezada por el fiscal Alvin Bragg, quien aplaudió la decisión en un comunicado y la consideró "trascendental" para dar ejemplo a otras compañías y ejecutivos.
Los fiscales argumentaban que la empresa de Trump cubría gastos personales como el alquiler y el arrendamiento de automóviles de los ejecutivos, sin declararlos como ingresos, según recoge el portal de noticias Politico.
Hay que tener en cuenta que la máxima multa establecida por la ley de Estados Unidos para delitos fiscales es de 250.000 dólares. Además, la organización espera en este mismo año un nuevo juicio ajeno al delito de fraude.
Este pasado martes fue también sentenciado el cerebro del plan, el antiguo responsable de finanzas de la empresa Allen H. Weisselberg, quién se declaró culpable y por lo que deberá cumplir cinco meses de prisión en el centro penitenciario de Rikers Island.
Los abogados de la empresa han solicitado una reducción de la multa, a pesar de que el monto no supone problemas para la compañía, ya que acusan a la empresa contable contratada, Mazars USA, de ser ellos los responsables de controlar las irregularidades.
Hay que incidir en que este caso no está relacionado con la demanda civil por valor de 230 millones de euros presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James.
En este caso, la Fiscalía acusa a Trump, a sus tres hijos mayores, a Weisselberg y a otros colaboradores de defraudar a prestamistas, aseguradoras y autoridades fiscales al inflar el valor de múltiples propiedades de la organización.