Los terremotos en Turquía y Siria siguen dejando imágenes imborrables. Las elevadas cifras de muertos -más de 35.000- y heridos -8.000- y los miles de edificios convertidos en escombros son un ejemplo de la enorme magnitud de estos seísmos. Ahora unas nuevas imágenes muestran la ruptura de la línea de falla que ha aparecido en la superficie en Nurdagi (Turquía), muy cerca del epicentro, con profundidades de más de 30 metros.
En un vídeo y varias fotografías distribuidas por la empresa estadounidense Maxar Technologies se observa una "importantísima" ruptura de la línea de falla que atraviesa carreteras, áreas residenciales, un enorme campo de olivos y varias granjas tras los terremotos del pasado lunes.
Una de esas imágenes ha sido captada en la ciudad turca de Nurdagi. En ella se aprecia cómo la tierra, literalmente, se ha partido en dos tras el seísmo dejando una grieta de más de 30 metros de profundidad en algunos puntos.
Esta enorme grieta, que mide varios metros, se encuentra ubicada sobre la placa de Anatolia, situada a su vez entre dos grandes plataformas, la euroasiática y la africana, y una tercera placa de menor tamaño, la arábiga. Esto provoca que varias fallas recorran el país, favoreciendo por tanto la posibilidad de que haya grandes temblores.
Esta misma situación se ha repetido en otros puntos del país. Las imágenes de carreteras que se han desplazado varios metros han inundado las redes sociales en los últimos días. También de raíles de trenes deformados que impiden su utilización.
Más de 35.000 muertos
La destrucción en el sur de Turquía es casi total. Cuando se cumple ya una semana desde los terremotos, la cifra de muertos ya supera los 35.000. En el último balance, al menos 31.643 personas han muerto en Turquía y casi 3.600 en Siria. Los heridos superan 80.000 y los desaparecidos se cuentan por miles, aunque no hay una cifra confirmada por las autoridades.
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Estos nuevos datos llegan cuando aún se están localizando a víctimas con vida de entre los escombros de los miles de edificios que se derrumbaron en las 10 provincias más afectadas de Turquía. Esta misma mañana se han rescatado a varias personas, entre ellas una mujer de 40 años que ha sido localizada con vida después de 170 horas atrapada entre los restos de una vivienda en la ciudad de Gaziantep.
La cifra de muertos se prevé que aumente en los próximos días, ya que hay cientos de personas bajo los escombros. Estimaciones de la Universidad Técnica de Estambul afirman que podría haber 155.000 cadáveres.
El incumplimiento de las normativas de construcción y las sucesivas amnistías dadas por el Gobierno a edificios levantados sin licencia explican el enorme número de víctimas mortales, lo que está llevando a que crezcan las críticas contra el Gobierno de Ergodan.
La ayuda no llega a Siria
En Siria la situación no es en absoluto mejor. El Gobierno de Bachar Al-Asad ha dejado de actualizar el número de víctimas asiduamente y la ayuda no está llegando a la zona rebelde, que es la más afectada.
El Gobierno de Salvación del Organismo de Liberación del Levante, que controla buena parte de la provincia noroccidental siria de Idlib, el último bastión opositor de Siria, asegura que en sus zonas se han registrado muchas más víctimas que las reportadas por la organización de rescatistas cascos blancos.
Hasta ahora, esta región de Siria ha recibido poca o casi nula asistencia ya que las líneas de frente con el Gobierno de Al-Asad están cerradas y sólo hay un único paso fronterizo por el norte con Turquía.
Si bien el Gobierno sirio dijo la semana pasada que enviaría ayuda a la zona rebelde del norte, esta no está llegando. De hecho, la ONU y EEUU han exigido a Bachar Al-Asad que dé acceso inmediato a la asistencia humanitaria, sin excepción.