El Comando Europeo del Ejército de EEUU ha publicado este jueves las imágenes del impacto de un avión de combate ruso contra un dron estadounidense ocurrido el martes en el mar Negro. Este incidente ha disparado la tensión ente Rusia y Estados Unidos, que han abierto una carrera contrarreloj para ver quien recupera los restos del aparato.
El vídeo, recientemente desclasificado, muestra los últimos segundos críticos del encuentro en el aire de un caza ruso y un dron no tripulado de Estados Unidos y que, según el Pentágono, duró entre 30 y 40 minutos. Tras el incidente, el Gobierno de Estados Unidos asegura que se vio obligado a estrellar el dron contra aguas del mar Negro y responsabilizó a Moscú del incidente que, según dijo, fue deliberado. Rusia niega su responsbilidad.
En las imágenes publicadas por EEUU se observa cómo el avión de combate ruso SU-27 suelta intencionadamente parte de su combustible para perder peso y ser más ligero y así perder altura rápidamente para impactar contra las hélices del dron de vigilancia estadounidense. Tras el choque se perdieron las comunicaciones con la aeronave no tripulada ya que, como se puede ver, la imagen se pixela y aparecen barras de colores.
El Comando Europeo de EEUU también ha confirmado que las comunicaciones con el dron se interrumpieron durante aproximadamente un minuto y que el vídeo publicado fue editado durante ese tiempo de desconexión. Cuando se reanudó el contacto el Comando Europeo ve que una de las palas de la hélice está dañada tras la colisión. Segundos después se corta la imagen y el dron cae al mar Negro.
El guión gráfico de EEUU
El mando estadounidense también ofrece un guión gráfico de cómo ocurrió este incidente en el mar Negro, en el que había otro caza ruso, que ha aumentado la tensión entre Washington y Moscú y que tiene como fondo la guerra en Ucrania.
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Según el guión de este vídeo, el suceso comienza cuando un avión ruso se acerca a la parte trasera del MQ-9 estadounidense. Poco después la aeronave del Kremlin comienza a liberar combustible a su paso y, mientras lo hace, vuela por encima del dron.
En apenas unos minutos, el Su-27 ruso inicia una segunda aproximación hacia el MQ-9, vuelve a liberar combustible y pasa aún más cerca del aparato no tripulado. Poco después, el avión ruso choca con el dron y la imagen de la cámara del MQ-9 se pierde.
Cerca de Crimea
El incidente tuvo lugar este martes cerca de la anexionada península ucraniana de Crimea, donde el Kremlin ve con malos ojos la presencia de la OTAN, sean buques de guerra o aparatos de inteligencia. Ocurrió hacia las 07:03 horas de la mañana hora local, cuando el dron reaper MQ-9, cuyo techo de vuelo está en 15.000 metros, fue interceptado y golpeado por un caza ruso.
Antes del choque, la aeronave de fabricación soviética saltó combustible para acercarse al dron de manera "imprudente, poco profesional y poco ecológica".
"Nuestro MQ-9 estaba realizando operaciones rutinarias en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptado y golpeado por un avión ruso, lo que resultó en un accidente y la pérdida total del dron", ha detallado James Hecker, general del Ejército del Aire de EEUU en la región.
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"¿Se imaginan un dron ruso en Nueva York?"
El director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, ha denunciado que EEUU "emplea muy activamente todos los medios de espionaje, tanto espaciales como visuales y de radiointeligencia".
"Conocemos al detalle qué objetivos tienen los americanos con sus actividades de inteligencia (...) e intentamos identificar aquellas instalaciones y territorios que tienen mayor interés para ellos", explicó.
Rusia insiste en que ninguno de sus cazas derribaron el dron MQ-9, aunque Washington deja muy claro que este martes uno de los dos SU-27 rusos que escoltaron a su aparato golpeó su hélice, por lo que este se precipitó en aguas internacionales del mar Negro.
A pesar de esto, Moscú admite que su principal argumento es que el dron penetró en un espacio aéreo de prohibido acceso hasta que el Ejército ruso concluya la conocida como "operación militar especial" en Ucrania.
"¿Se imaginan que un avión, un dron (ruso) como ese aparezca cerca de Nueva York o San Francisco? ¿Se imaginan cuál sería la reacción de los medios informativos estadounidenses o del Pentágono a ese dron", subrayó Antónov.
EEUU y Rusia buscan los restos
Ahora, ambas partes se plantean llegar antes que su rival a la zona para recuperar los restos del aparato, que se hundió a unas 75 millas marinas al suroeste de Crimea.
Por si hubiera alguna duda, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, aseguró que Rusia buscará "con seguridad" los restos. "No sé si seremos capaces de encontrarlos, pero hay que hacerlo (...). Espero que tengamos éxito", dijo Pátrushev al canal de televisión Rossía-1.
EEUU también ha expresado su deseo de recuperar el dron. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, matizó a la CNN que no será fácil, ya que el aparato cayó en una zona "muy profunda del mar Negro". "No ha sido recuperado. Y no estoy seguro de que vayamos a poder recuperarlo", admitió.
Eso sí, destacó que las autoridades estadounidenses han tomado las medidas necesarias para limitar la capacidad de Moscú de extraer información de inteligencia del dron.
Cazas para Ucrania
El incidente ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de proporcionar aviones de guerra a Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, no deja de insistir en ello.
Un grupo de ocho senadores republicanos y demócratas se dirigieron al Pentágono con una carta en la que pidieron el envío de F-16 a Ucrania, suministro que, en su opinión, podría "cambiar las reglas de juego en el campo de batalla".
Mientras, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, adelantó esta semana que su país podría suministrar cazas MiG-29 a Kiev en un plazo de cuatro a seis semanas, promesas secundadas también por Eslovaquia.