El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha recordado cómo hace exactamente un año se conoció la "atroz verdad" de lo que había ocurrido en la localidad de Bucha durante los primeros compases de la ofensiva militar de Rusia y ha reclamado que los "asesinos rusos" rindan cuentas.
La retirada de las tropas rusas y la posterior entrada de las ucranianas en Bucha marcó un hito por lo que salió a la luz, ya que en esta localidad se encontraron cadáveres de civiles ejecutados de forma arbitraria y lugares de tortura que ponían de manifiesto posibles crímenes de guerra y contra la humanidad.
"Cuando Bucha fue desocupada, la atroz verdad de lo que estaba ocurriendo en los territorios temporalmente ocupados se reveló al mundo", ha dicho Zelenski, en un mensaje en sus redes sociales que ha acompañado con un vídeo de varios líderes internacionales visitando la zona.
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"Nunca olvidaremos a las víctimas de esta guerra y sin duda llevaremos a todos los asesinos rusos ante la justicia", ha proclamado el mandatario ucraniano, que en público ha reconocido que descubrir lo ocurrido en Bucha ha sido uno de los peores días desde el inicio del conflicto.
"Cámaras de tortura"
"Más de 175 personas fueron encontradas en fosas comunes y cámaras de tortura. 9.000 crímenes de guerra rusos", ha precisado Zelenski. También ha recordado que ya han pasado "365 días desde que es una ciudad ucraniana libre una vez más. Un símbolo de las atrocidades del ejército del país ocupante. Nunca perdonaremos. Castigaremos a todos los perpetradores".
Bucha se convirtió en uno de los símbolos de las supuestas atrocidades que el ejército ruso cometió en Ucrania tras invadir el país el 24 de febrero del pasado año.
Las autoridades ucranianas e instituciones y organismos de países aliados enviaron a la zona a forenses y técnicos especializados para determinar si el Ejército de Moscú cometió allí y en otras poblaciones cercanas, como Irpín, crímenes contra la humanidad.
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La Corte Penal Internacional (CPI) emitió el mes pasado una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por la deportación de niños de Ucrania a Rusia, uno de los crímenes de guerra que se le atribuyen a las topas rusas durante la invasión.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch ha asegurado tener indicios de que el Ejército ruso cometió posibles crímenes de guerra en las áreas bajo su control en el país vecino, entre ellos ejecuciones sumarias de civiles en Bucha.