Lula defiende el diálogo para la paz entre Rusia y Ucrania durante su visita a Portugal: "Que negocien"

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha afirmado este sábado que trabaja para restablecer la paz entre Rusia y Ucrania con la búsqueda de un grupo de países que faciliten las negociaciones, porque "es mejor encontrar una salida en una mesa que intentar encontrar una salida en el campo de batalla". Lo ha defendido en Lisboa, donde llegó el viernes y donde acudirá a la XIII Cumbre luso-brasileña, la primera en siete años.

"Brasil quiere encontrar una forma de restablecer la paz entre Rusia y Ucrania", afirmó Lula en rueda de prensa tras reunirse con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. "Rusia no quiere parar, Ucrania no quiere parar, vamos a tener que encontrar un grupo de países que puedan generar una relación de confianza", agregó el presidente brasileño, que justo se reunió hace unos días con Xi Jinping, el líder chino.

La "idea", insistió, "es que pare la guerra, se sienten a negociar y conversen". "Paren mientras hay tiempo", reclamó Lula, "la guerra no debería haber comenzado. Rusia no debería haber invadido, pero invadió. Ahora, en vez de escoger un lado, quiero escoger una tercera vía, la reconstrucción de la paz".

Estas declaraciones han calmado los ánimos en el continente: la Unión Europea advirtió que "sólo Ucrania" decidirá cuándo acaba la guerra en referencia al papel protagonista que está tomando el líder brasileño. Lula viajó a China y pareció decantarse por un bando contrario al de la UE. Sin embargo, el propio mandatario recordó que Brasil ya condenó la invasión de Rusia sobre Ucrania en Naciones Unidas y aseguró que nunca "igualó" a Moscú y Kiev, pero reiteró que su país quiere mantenerse al margen del conflicto bélico.

Por eso, dijo, rechazó vender misiles a Ucrania, porque "Brasil no quiere participar en la guerra, quiere construir la paz". "Comprendo el papel de Europa", pero "quiero que se comprenda también el papel de Brasil", zanjó Lula en presencia de Rebelo de Sousa, quien aprovechó para explicar que la de Portugal es una postura bien diferente.

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"No es sólo la condena a Rusia", afirmó el presidente luso. "Portugal es solidario con la OTAN y la UE y piensa que no es una situación justa no permitir a Ucrania defenderse e intentar recuperar territorio que fue invadido con la violación de su integridad territorial", añadió.

"Para Portugal, aliado de la UE y la OTAN, la línea es otra, para Brasil, es la que ha definido Lula", concluyó Rebelo. "Compete a la autoridad de cada país desarrollar lo que consideran que son sus prioridades". Las posturas de Brasil sobre Ucrania es uno de los temas que ha alimentado la polémica política sobre la visita de Lula a Portugal en los últimos días. 

El portugués como lengua oficial 

Además, Lula ha instado a Portugal a sumarse a una petición para que Naciones Unidas reconozca el portugués como lengua oficial. El portugués no está reconocido entre los lenguajes oficiales de Naciones Unidas y "por eso cuando vamos a la ONU a hablar no se distribuye el material en portugués a nadie", explicó Lula.

"Creo que es una falta de respeto, de los otros hacia nosotros y de nosotros a nosotros mismos", agregó. "La lengua portuguesa deber ser valorada", insistió el presidente de Brasil en presidencia de su homólogo luso, Marcelo Rebelo de Sousa.

También apostó por multiplicar la balanza comercial bilateral e impulsar el diálogo. "Portugal y Brasil tienen un potencial extraordinario para doblar nuestro flujo de comercio exterior", que ronda los 6.000 millones de dólares (unos 5.800 millones de euros), sentenció.

Gira europea

El programa de la visita de Lula a Portugal incluye un viaje a Oporto, el lunes, para asistir a un foro empresarial y un acto en el Parlamento el martes, fecha de la conmemoración de la Revolución de los Claveles.

Desde Lisboa, el presidente de Brasil viajará a España, segunda y última etapa de su gira europea. Lula ha elegido Portugal y España como los primeros destinos que visita en Europa en su nuevo mandato porque, ha dicho, son la "puerta de entrada" a la Unión Europea y por los estrechos lazos culturales y políticos que unen a Brasil con ambos países.