Resulta que el presidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol sabe cantar. Su homólogo estadounidense Joe Biden le regaló un submarino nuclear y una guitarra firmada por Don McLean, músico favorito del surcoreano, y este le correspondió con un "Bye, bye, Miss American Pie...".
Todo ocurrió al acabar la cena festiva que organizaron Joe y Jill Biden para celebrar la reunión con Yoon. Lo mejor siempre viene tras los postres. Así que el presidente surcoreano y su esposa Kim Keon Hee se trasladaron de la Sala Este del Comedor de Estado, donde han comido todas las grandes personalidades en los últimos 200 años, a la zona de entretenimiento.
La Casa Blanca convertida en Broadway. Profesionales brillantes de musicales interpretaron algunos temas icónicos para los surcoreanos. Norm Lewis, Lea Salonga y Jessica Vosk no se dejaron nada. Tras "Los miserables" y "Funny Girl", Jill Biden ordenó que bajaran las luces y cantasen American Pie, la mítica canción con la que Don McLean rompió estructuras musicales y millones de corazones, incluido el de Yoon.
La cosa no acabó ahí. Cuando los cantantes terminaron, el presidente Biden y Yoon subieron al escenario y Biden invitó a Yoon, debido a su amor por la canción, a que la cantara y bailara él mismo. Y cómo decirle que no a quien te acaba de regalar un submarino nuclear para disuadir al vecino Kim Jong-un.
Yoon lo hizo. Agarró el micrófono y, sin perder la sonrisa, ancha como la de un turista, entonó las primeras estrofas de la canción. "A long, long, time ago / I can still remember / how that music used to make me smile". En inglés y afinado, que no se diga. Y lo que era una broma un poco sádica de Biden acabó con su atónita mirada y un público entregado a la nueva estrella de la canción. La enésima versión de "A star is born" que nace en Estados Unidos. Angelina Jolie aplaudía a rabiar.
"Something touched me deep inside, the day the music died...". Terminó porque todo tiene su fin. Eso no lo decía Don McLean sino Medina Azahara. Y Yoon provocó una gran ovación y fuertes aplausos del público y de los cantantes de Broadway, que seguían en el escenario.
¿Qué podía decir Biden después de aquello? El presidente de EEUU podía haber cantado "We Take Care of Our Own", de su favorito Springsteen. Sin embargo, se limitó a expresar que "no tenía ni puta idea" de que supiera cantar, y luego le regaló la guitarra, firmada por Don McLean. Finalmente, "Bye, bye, Míster American Biden".