Una masiva afluencia desde primeras horas de la mañana y cruce de acusaciones de entre el oficialismo y la oposición caracterizan el arranque de la jornada de votación de las elecciones generales en Paraguay. En este país sudamericano están convocados 4,8 millones de ciudadanos para elegir en las urnas al presidente de la República, senadores, diputados y gobernadores.
La principal incógnita, según las encuestas de los últimos días, es si Santiago Peña, candidato del oficialista Partido Colorado, se impondrá o no al opositor Efraín Alegre, líder de la Concertación, un conglomerado de partidos de centro izquierda. Las encuestas más recientes arrojan un empate técnico entre ambos aspirantes.
El descontento con el Partido Colorado es evidente después de que lleven 76 años en el poder, sólo interrumpidos por el triunfo del exobispo Fernando Lugo, en 2008. Alegre, por su parte, está al frente de una alianza de 40 partidos que van desde la derecha a la centroizquierda. Con los sondeos muy reñidos, se intentará finalizar la hegemonía de una estirpe muy afianzada en la sociedad e instituciones.
La apertura de las mesas de votación comenzó a las siete hora local (a la una de tarde en España), en el inicio de una jornada que se prevé que sea de intenso calor, y aunque las autoridades aún no han facilitado datos de participación, las imágenes de los canales de televisión dan cuenta de largas filas en los locales de votación.
El sufragio en Paraguay es obligatorio, pero las sanciones en caso de abstención son tenues y en la mayoría de los casos no llegan a implementarse, de modo que en la práctica, la asistencia a los locales de votación conlleva un alto grado de voluntariedad.
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Tanto el oficialismo como la oposición se han acusado de inducción al voto en varias mesas. El coloradismo habla incluso de "intentos de conatos de violencia en algunos locales del centro del país", mientras que la oposición asegura que en un local de Yby Pytá (interior del país) grupos armados vinculados al narcotrafico y al oficialismo están impidiendo ejercer el derecho al voto.
En el local electoral donde depositó su voto el expresidente Horacio Cartes, miembros de su equipo de seguridad arrojaron al suelo al periodista Color Brian Cáceres, de Abc, cuando el informador intentaba hacer algunas preguntas al también presidente del Partido Colorado, a quien sancionaron las autoridades de Estados Unidos en enero por considerarlo "significativamente corrupto".
Los paraguayos residentes en el extranjero también están emitiendo su voto en las mesas instaladas en Argentina, Brasil, Estados Unidos y España, países donde se concentra la mayoría de la comunidad emigrante.