Sube el nivel de agitación y caos en Pakistán tras la violenta detención del ex primer ministro, Imran Khan, por parte de la unidad de Ranger, una fuerza paramilitar que depende del Ministerio del Interior, supuestamente, por haber participado del caso de corrupción Qadir Trust. El líder político más carismático y popular del país, ahora en prisión provisional durante 8 días, acumula varios frentes judiciales mientras el país sudasiático corre riesgo de enquistarse en una grave crisis política que se suma a la económica.
Imran Khan fue expulsado del poder en abril del 2022 por una moción de censura, momento en que él y su partido, Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI), trazaron una estrategia que, según sus planes, llevaría a unas elecciones adelantadas y un eventual regreso al poder.
Pakistán es la quinta nación más poblada del mundo y, dado que el PTI gobierna en las provincias más pobladas del país, la estrategia ha pasado a un nuevo nivel de acción. El partido que lideraba Imran Khan sostiene que el arresto es en realidad un "secuestro" y ha apelado a los miles de seguidores del líder político, exestrella del críquet paquistaní, a salir a las calles en protesta. Este llamamiento ha desencadenado una ola de manifestaciones mayoritariamente pacíficas, si bien se están produciendo notables focos de violencia.
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Tras la controvertida moción de censura, Khan y el PTI buscaron presionar al Gobierno con numerosos mítines masivos y disolviendo las asambleas regionales allá donde gobernaba su partido a fin de reclamar una nueva cita con las urnas. La tensión se incrementaba hasta niveles récord en noviembre, cuando el líder político fue tiroteado en uno de esos mítines y resultó herido en ambas piernas.
El Tribunal Supremo ordenó celebrar unas elecciones regionales este próximo domingo, 14 de mayo, tras declarar institucional el retraso de los comicios que ordenó previamente la comisión electoral a sugerencia del Gobierno. Sin embargo, su celebración en dicha fecha es improbable, según numerosos miembros del Gobierno, ante la inestabilidad que se respira en el país.
¿Por qué y cómo ha sido arrestado Imran Khan?
Desde la destitución de Imran Khan en abril del 2022, el exmandatario ha sido acusado de varios cargos, pero nunca se presentó ante la Justicia para declarar y responder a esas acusaciones alegando problemas de salud a raíz del atentado que sufrió en noviembre de 2022. Khan afirma enfrentar "más de un centenar de casos" para los que, en su mayoría, fue logrando obtener la libertad bajo fianza.
Imran Khan, ex primer ministro de Pakistán, en una fotografía de archivo.
Sin embargo, han girado las tornas. Se le acusa de haber recibido tierras en calidad de soborno a través de un fondo creado por él y su esposa para una universidad centrada en la espiritualidad y las enseñanzas islámicas, el conocido como caso Qadir Trust, por el que finalmente ha sido arrestado. De acuerdo con el Gobierno paquistaní, el caso de corrupción asciende unos 177 millones de dólares. Pero, además, Khan ha sido acusado hoy de nuevos cargos por haberse apropiado de regalos no declarados que recibió cuando ejercía como primer ministro.
La detención se produjo este martes, después de que Khan acusara a los militares, que tienen un gran poder en el país, de haber estado implicados en un complot para asesinarlo. En concreto, su detención inesperada llegó cuando éste se disponía a solicitar en el tribunal de Islamabad una medida de libertad bajo fianza para uno de los 100 casos judiciales que apuntan contra él.
Decenas de hombres uniformados de negro de la unidad paramilitar Ranger, dependiente del Ministerio del Interior de Pakistán, acorralaron a Khan y su equipo de seguridad. Las imágenes del arresto muestran cómo los guardaespaldas del ex primer ministro trataban sin éxito de evitar los ataques de los oficiales.
En esos momentos, el colaborador de Khan y líder del PTI Fawad Chaudhry emitió este mensaje: "El Tribunal Superior de Islamabad ha sido ocupado por los Rangers, los abogados están siendo sometidos a tortura, el coche de Imran Khan ha sido rodeado". Mientras tanto, el PTI compartía en su cuenta de Twitter un vídeo del abogado de Khan con heridas en rostro en el interior de la corte.
Los anteriores intentos de la policía de Islamabad de arrestar a Khan en su casa de Lahore para forzarlo a presentarse ante el tribunal se saldaron con fuertes enfrentamientos entre sus seguidores y las fuerzas del orden o con fianzas temporales que había ido extendiendo.
¿Cuál es la situación de Pakistán?
Cientos de personas han sido detenidas, cuatro han perdido la vida y decenas han resultado heridas en el marco de las protestas contra el arresto repentino del ex primer ministro mientras el Gobierno se reafirma en el despliegue del Ejército para tratar de controlar los disturbios en varias provincias.
Según la Policía de Punjab, se han producido hasta ahora 945 arrestos y más de 130 funcionarios policiales han resultado heridos desde que estallaron las manifestaciones masivas. Con todo, la orden emitida por el Ministerio del Interior no precisa ni la fecha ni la duración del despliegue, ni el número de efectivos.
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En el último año, Pakistán arrastra una gravísima crisis económica, provocando tal escasez de combustibles que degeneró en apagones masivos de hasta 24 horas. Tal situación ha ido empeorando al calor de la inestabilidad en la esfera política, que multiplica el descontento ciudadano. Gran parte de la población responsabiliza al actual Gobierno de sendas crisis, pese a que comenzaron en la Administración de Khan.
Miembros de las Fuerzas Armadas de Pakistán patrullan una carretera durante una protesta de los partidarios del ex primer ministro Imran Khan contra su arresto, en Peshawar, Pakistán, este miércoles.
El caos que se apodera ahora de las calles y que está manifestándose a través de ataques a sedes militares, instituciones estatales y residencias oficiales tiene como alicientes un aumento espectacular de la inflación, la devaluación de la moneda hasta límites históricos o la caída de su reserva de divisas: indicadores que muestran un empobrecimiento significativo de la población en general y de las clases más bajas en particular.
En mayo del 2019 Pakistán firmó con el Fondo Monetario Internacional un rescate por valor de 6.000 millones de dólares con potencial para atajar algunas de estas situaciones, pero por falta de garantías del Gobierno el organismo internacional suspendió los desembolsos en noviembre del 2022. La inestabilidad política y la tensión ciudadana no han hecho sino crecer.