El Papa Francisco ha tenido este miércoles, 10 de mayo, una audiencia curiosa. Al habitual saludo de fieles en la plaza de San Pedro se han sumado en esta ocasión un par de rostros peculiares. El primero era el de un superhéroe: nada menos que Spiderman. El líder religioso lo ha recibido con una amplia sonrisa.
Iba con su uniforme azul y rojo hasta el cuello y, en este caso, con la máscara en la mano. Como otros invitados, el 'hombre araña' se ha inclinado ante Francisco y se ha despedido besando el anillo papal.
Según han recogido después varios medios, el protagonista de esta curiosa escena era Mattia Villardita, un joven que suele acudir con el disfraz de Spiderman a algunos hospitales para entretener a los niños ingresados. No era su primer encuentro: ya se habían saludado en junio de 2021.
Mattia, tal y como ha contado otras veces, no ha tenido una vida al uso. Nació con una malformación en el tobillo y el pie derechos, y creció esperando que llegara el momento de operarle. A los 14 años fue intervenido y durante dos años llevó un aparato ortopédico. En este trayecto por hospitales y quirófanos de Génova siempre pensó que le animaría que su superhéroe favorito se asomara a la ventana de su habitación, algo que nunca ocurrió.
A Mattia le hubiera gustado jugar al fútbol o ser especialista cinematográfico. Pero su recuperación nunca se completó, sufrió complicaciones y las operaciones le dejaron secuelas. "Por lo que he vivido, soy consciente del sufrimiento que hay en los hospitales pediátricos y por eso solo puedo considerarme afortunado de haber salido sin demasiados contratiempos", ha relatado.
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Desde 2018, ese deseo se ha transformado en altruismo. Invierte en voluntariado su tiempo libre. Se viste de Spiderman para llevar "esperanza" a los pequeños enfermos y adopta el famoso lema de "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Este esfuerzo se tradujo en un reconocimiento cívico. Hace unos meses, el presidente Sergio Matarella nombró a Mattia Villardita Caballero de la República.
Líder ortodoxo copto
La segunda persona célebre ha sido el Papa Tawadros. Líder de los ortodoxos coptos, volvió después de una década. "Amado hermano, Su Santidad el Papa Francisco", le dijo como saludo, "¡Cristo ha resucitado, ha resucitado verdaderamente!", añadió, según Vatican News.
Tawadros recordó esta última visita a la plaza de San Pedro. "Miro este lugar", dijo, "y vuelvo en mi memoria a hace diez años, en esta misma fecha, y recuerdo su cariño querido al recibirme, junto con la delegación de la Iglesia copta".
El Papa Tawadros recordó que, en aquella ocasión, el 10 de mayo de 2013, había sugerido que la fecha se celebrara como un 'Día de la Amistad Copto-Católica'. Desde entonces, agregó, él y el Papa Francisco han hablado por teléfono ese día todos los años. Agradeció a Francisco su visita a Egipto en 2017, recordando que el país, donde tiene su sede la Iglesia, tiene antiguas raíces cristianas y fue la cuna del monacato.
"A pesar de las diferencias en nuestras raíces y afiliaciones", expuso, "estamos unidos por el amor de Cristo que habita en nosotros y la hueste de nuestros Padres Apostólicos y santos que nos rodea y nos guía".
"Es con gran alegría", respondió el Papa Francisco, "que saludo hoy a Su Santidad Tawadros II, Papa de Alejandría y Patriarca de la Sede de San Marcos". "Querido amigo y hermano Tawadros", continuó, "te agradezco por aceptar mi invitación en este doble aniversario, y rezo para que la luz del Espíritu Santo ilumine tu visita a Roma".
"Os agradezco de corazón vuestro compromiso con la creciente amistad entre la Iglesia ortodoxa copta y la Iglesia católica", expuso. Miró por último el Papa a Tawadros y zanjó bromeando que, aunque hablaban todos los años, seguían "siendo buenos hermanos".