Las labores de rescate continúan en el interior de Titán, el submarino desaparecido con cinco turistas, que sobreviven a escasas horas de perder el suministro de oxígeno. El pasado domingo, el buque turístico partió para visitar los restos del Titanic, que se hundió hace más de un siglo.

El tiempo es el principal contratiempo para encontrar con vida a los pasajeros, que podrían encontrarse a unos 4.000 metros de profundidad en el océano. Buques de Estados Unidos y Canadá centran la búsqueda en un área de 1.450 kilómetros, cerca del cabo Cob de Massachusetts, al noreste de EEUU. Se trata del mismo lugar donde se hundió el histórico transatlántico británico en aguas del océano Atlántico

El rescate contrarreloj por la supervivencia debería realizarse antes del jueves a mediodía, pues Titán utiliza el suministro de oxígeno desde el domingo. El submarino desapareció a unos 700 kilómetros de la costa de Newfoundland, tras perder el contacto con la superficie en menos de dos horas.

[Detectan "ruidos de golpes" en la zona en la que desapareció el submarino del Titanic]

¿Qué otros submarinos desaparecieron en el océano?

Los submarinos fueron diseñados como una máquina bélica por su posibilidad de aproximación y de acatar al adversario desde el agua. Sin embargo, fueron surgiendo otro tipo de sumergibles para uso científico y civil y han proliferado los recreativos para admirar la profundidad de las zonas tropicales.

La desaparición de Titán ha recordado a otros accidentes de naves que se perdieron en el mar, ya que se han desatado tres hipótesis que anticipan la tragedia del submarino. Si se echa la vista atrás, el más famoso es el hundimiento del Titanic en el Atlántico, el 15 de abril de 1912. Tras salir de Southampton hasta Nueva York, chocó contra un iceberg y causó 1.514 muertes de los 2.224 pasajeros que iban a bordo. 

1. El ARA San Juan S-42 en Argentina

El submarino de la Armada argentina ARA San Juan desapareció el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes abordo, cuando se dirigía desde Ushuaia a Mar del Plata, en Buenos Aires. La nave colaboró en unas maniobras en el puerto de Ushuaia y el 13 de noviembre partió de nuevo hacia Mar del Plata. Durante el trayecto, a unos 400 kilómetros de la costa, se produjo la última comunicación.

Los trabajos de búsqueda se centraron en un entorno de 430 kilómetros, donde se había observado una explosión horas después de la desaparición. El comandante alertó de un fallo en la entrada de agua por un conducto de ventilación, que se filtró en las baterías eléctricas y provocó un incendio.

[Nadie sabe dónde está el Titán: las tres hipótesis que anticipan la tragedia del submarino del Titanic]

El submarino tenía prevista su llegada a Mar del Plata el 19 de noviembre, pero nunca llegó. De hecho, horas después de la desaparición, varias agencias internacionales reportaron la explosión cerca al lugar del suceso. En este mismo lugar de Argentina, comenzaron las labores de búsqueda con ayuda de naves de Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Pese a que había indicios de que se había escuchado un ruido procedente del ARA, Argentina confirmó que el "ruido" detectado en el Atlántico no era del submarino

Tras cinco meses de búsqueda, la compañía estadounidense Ocean Infinity halló el ARA San Juan a 800 metros de profundidad del Atlántico, a unos 600 kilómetros de Comodoro Rivadavia, el centro de operaciones durante el rescate. Esta desaparición se cobró la vida de los 44 pasajeros que iban a bordo.

2. El batiscafo AS-28 en Rusia 

Estados Unidos, Japón y Reino Unido participaron en el rescate del batiscafo militar ruso el 5 de agosto de 2005 en el océano Pacífico. Siete tripulantes a bordo quedaron atrapados a 190 metros de profundidad con reservas de oxígeno para apenas tres días. El sumergible tenía 13,5 metros de longitud y 5,7 de ancho.

La nave quedó atascada tras engancharse a los cables de una antena de vigilancia de la costa en el fondo del mar, durante una inmersión a unos 100 kilómetros al sur de Petro-Pávlovsk de Kamchatka, en Rusia. La operación de rescate se complicó porque la nave también quedó atrapada por unas redes de pesca y se exploraba provocar una explosión controlada para liberarla del ancla de 60 toneladas.

El submarino fue rescatado por el vehículo robótico británico Scorpio tras cortar el cable de acero que lo mantenía unido al fondo y proseguir el salvamento con dos mangueras y dos cables adicionales. Retirados los últimos trozos de la red pescadora, el batiscafo apareció en la superficie a unos 75 kilómetros del puerto Petro-Pávlovsk de Kamchatka.

Pese a que una avería del robot obligó a recuperarlo y repararlo en la superficie, los miembros de la tripulación fueron rescatados después de permanecer con las últimas reservas de oxígeno y a bajas temperaturas. Los siete tripulantes del submarino ruso fueron encontrados con vida.

3. El K-141 Kursk en Rusia

El submarino nuclear Kursk, capitaneado por Guennadi Liachin, fue uno de los símbolos del poderío militar en la Rusia postsoviética y uno de los submarinos más grandes que se habían construido. Su nombre hace alusión a la batalla en la que el Ejército Rojo derrotó a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Su tamaño era como el de dos aviones Boeing 747 y era capaz de soportar cualquier impacto. Por ello, nadie podría imaginar que pudiese recibir un impacto. El 12 de agosto del 2000, una gran explosión hundió a la nave en el mar de Barents, en el océano Ártico, al norte del círculo polar ártico.

[La perturbadora teoría sobre Titan, el submarino desaparecido cerca de los restos del Titanic]

El gobierno de Putin comunicó que los 118 tripulantes a bordo habían muerto antes de que el submarino llegara al fondo del mar. Sin embargo, cuando los restos empezaron a flotar por el mar, encontraron dos anotaciones en el bolsillo del teniente Dmitry Kolesnikov que demostraban lo contrario. Las notas escritas a mano verificaron que 23 tripulantes agonizaron en las aguas del Ártico y que no tuvieron ayuda para ser rescatados.

El mundo entero se conmovió al ver las imágenes de los familiares desperados esperando a recibir noticias de los integrantes del Kursk. El enfado y la desesperación aumentaban a medida que se conocía que Putin no tuvo intención de realizar un rescate.

4. El Pacocha en Perú

Este submarino de la Segunda Guerra Mundial estaba destinado a labores de entrenamiento y patrullaje. Durante la contienda, luchó contra Japón y ganó Estrellas de Batalla por su implicación. La tragedia del Pacocha comenzó el 26 de agosto de 1988 cuando entraba en el puerto del Callao, en la costa central de Perú.

En este momento, fue impactado por un barco atunero japonés, el Kiowa Maru, que también accedía al puerto y produjo un choque que hundió la nave minutos después. La colisión provocó una perforación de 13 por 15 centímetros y otra en dos tanques laterales de combustibles e incendios.

La tripulación estaba integrada por 52 personas que realizaron maniobras desde el interior para luchar contra la fuerza del agua y evitar una inundación. A pesar de la incesante batalla por la supervivencia, 25 integrantes salieron disparados del submarino tras la fuerte colisión.

Las otras 22 personas que permanecían en el interior sobrevivieron bajo el mando del teniente Roger Cotrina Alvarado, que lideró una operación de supervivencia. En este suceso, murieron ocho personas y, aunque la mayoría de la tripulación sobrevivió, sufrieron secuelas.

5. El Squalus en Estados Unidos

El submarino SS-192 Squalus zarpaba en el puerto de Porthmouth, Estados Unidos, con 51 marinos, cinco oficiales y tres inspectores civiles. El 23 de mayo de 1939, el comandante Oliver F. Naquin iniciaba una maniobra de descenso a 15 metros de profundidad dentro de una jornada de normalidad.

Mientras estaba en posición de nivelarse, el agua causó una inundación en la parte posterior del submarino y lo arrastró al fondo del mar. La trágica situación se agravó cuando un cortocircuito provoca un incendio a proa y aumentó el riesgo de una explosión de las baterías por el contacto con el agua.

[Así es Nautile, el avanzado robot subacuático que está buscando al submarino desaparecido Titan]

A 74 metros de profundidad, el comandante decidió esperar al rescate y empezó a utilizar el oxígeno. Mientras tanto, el submarino de EEUU acudía al rescate de Squalus e intentaba comunicarse con la nave. El salvamento se llevó a cabo a través de una cápsula que descendió hasta el submarino.

Con la ayuda de esta asistencia, siete tripulantes accedieron al cilindro con un cable hasta llegar a la superficie. Fue el primer rescate exitoso que se había producido hasta el momento. La tragedia del submarino Squalus contó con 33 vidas salvadas