En el mes de julio, la cámara baja del parlamento ruso -la Duma- pondrá sobre la mesa el proyecto de ley para prohibir la cirugía de reasignación de género. La noticia ha sido difundida por el presidente de la cámara Vyacheslav Volodin en su cuenta de Telegram, recalcando que "los valores familiares tradicionales son de gran importancia para cada uno de nosotros".
Según el mensaje de Volodin, sumado a los valores homófobos que viene demostrando la República Rusa, esta ley tendría como fundamento "empañar los valores occidentales", tomando las declaraciones en el día de ayer del presidente checo Petr Pavel.
El proyecto de ley fue impulsado en mayo por el presidente de la Duma estatal y los líderes de las cinco facciones. De esta forma, la ley sobre protección de la salud de los ciudadanos rusos se complementará con una disposición que prohíba las "intervenciones médicas destinadas a cambiar de género", incluidas las cirugías para cambiar las características sexuales primarias o secundarias.
"El presidente checo expresó -ayer- lo que Washington y Bruselas están haciendo", dijo Volodin, "pretenden imponer pseudovalores, que nos son ajenos, para destruir la identidad de nuestro pueblo". En su publicación de Telegram se aventuró a asegurar que los planes occidentales "están condenados al fracaso... Aprobaremos el proyecto de ley que prohíbe la reasignación de género en julio".
Los legisladores de la cámara baja rusa ya aprobaron el mes pasado una primera lectura del proyecto de ley para prohibir la cirugía de reasignación de género, excepto para los casos de tratamiento de anomalías congénitas en niños "por decisión de una comisión médica de una institución de salud pública estatal federal". La lista de dichas instituciones y el procedimiento para emitir tales decisiones serán aprobados por el gobierno, según lo establecido por la nueva ley.
Además, quedarán también vetados los cambios de identidad en los documentos estatales y registros públicos. Según la ley actual, las oficinas de registros públicos pueden cambiar los documentos personales sobre la base de un certificado médico que indique que se ha producido un cambio de sexo. El proyecto de ley sugiere que esta práctica debe dejar de estar vigente.
Según el ministro de Salud, Mikhail Murashko, las decisiones sobre cirugía y tratamiento hormonal deben ser tomadas únicamente por comisiones médicas de alto nivel que involucren a instituciones federales. En base a ello, el ministro apoya el nuevo proyecto de ley impulsado por Volodin ya que considera que es un procedimiento que no puede basarse únicamente en la voluntad de los pacientes.