Este lunes se ha aprobado en la Kneset (Parlamento israelí) la ley que anula la doctrina de la razonabilidad. Es la primera ley del paquete legislativo de la polémica reforma judicial impulsada por el Gobierno de Benjamin Netanyahu.
La ley ha salido adelante con 64 votos a favor, con cero votos en contra y 56 diputados del bloque opositor. "Hemos dado el primer paso en el importante proceso histórico de corregir el sistema legal y restaurar los poderes que le fueron quitados al gobierno y la Kneset durante muchos años", afirmó el ministro de Justicia, Yariv Levin, arquitecto de la reforma judicial.
La doctrina de la razonabilidad permitía al Tribunal Supremo revisar y revocar decisiones o nombramientos gubernamentales. Los movimientos de protestas veían esta medida como una garantía fundamental para defenderse de los abusos de poder y mantener la unidad democrática.
La reforma ha provocado grandes manifestaciones y gran enfado en la sociedad israelí. Un grupo de 150 empresas se declararon en huelga este lunes para protestar contra la decisión del gobierno de Netanyahu. El Foro Empresarial de Israel pidió al gobierno que "detenga la controvertida legislación unilateral hasta que se lleven a cabo más negociaciones y se alcance un mayor consenso entre las partes".
La ley se ha votado en una sesión plenaria que comenzó ayer, domingo, después de 30 horas de acalorados debates, mientras miles de manifestantes acampados frente a la Kneset desde la noche del sábado protestaban contra la reforma, vista como una amenaza a la democracia porque socava la separación de poderes y la independencia de la Justicia.
El primer ministro llegó a la Kneset a primera hora de la mañana, recién dado de alta en el hospital al haber sido operado este fin de semana de urgencia para implantarle un marcapasos. La votación se ha producido de manera paralela a las manifestaciones que rodeaban el parlamento.
[Netanyahu en buen estado tras ser intervenido de éxito para implantarle un marcapasos]
Netanyahu ha ido directo a su despacho, donde se ha reunido con los ministros de Justicia, Yativ Levin -arquitecto de la reforma judicial-, y de Finanzas, Bezalel Smotrich, del ala ultraderechista del gobierno.
La reforma judicial es vista por sus detractores como una amenaza a la democracia, porque socava la separación de poderes y la independencia de la Justicia. El pasado sábado más de 550.000 israelíes salieron a las calles de la capital -Jerusalén- a protestar.
Apelación de la ley
El líder de la oposición, Yair Lapid, ha anunciado tras la votación que apelarán esa ley en el Supremo e instó a los manifestantes a "no rendirse" porque "la batalla no ha terminado".
"Mañana recurriremos ante el Tribunal Supremo esta legislación, la cancelación unilateral del carácter democrático del Estado de Israel y la forma antidemocrática y depredadora en que se llevaron a cabo las discusiones parlamentarias", ha subrayado.
El Movimiento para un Gobierno de Calidad en Israel, una importante organización local, anunció que ya recurrió ante el Supremo esa ley "inconstitucional porque cambia fundamentalmente la estructura básica de la democracia parlamentaria israelí y la naturaleza del régimen".
La organización ha denunciado que "Deroga el poder judicial y daña gravemente el delicado tejido de la separación de poderes y el sistema de contrapesos en el Estado de Israel, además de dar poder ilimitado al poder Ejecutivo".
Además, la federación de sindicatos de Israel, Histadrut, ha anunciado que su presidente, Arnon Bar-David, ha convocado una reunión con la cúpula para discutir la convocatoria de otra huelga general, como ya hicieron en marzo.
Manifestantes detenidos
Al menos 19 personas han sido arrestadas y cinco han resultado heridas en las protestas frente al Parlamento en Jerusalén. Las manifestaciones de hoy concentraron a varios miles de movilizados.
[Más de 550.000 israelíes toman las calles por la inminente reforma del poder judicial]
Desde primera hora, los manifestantes -convocados por los amplios movimientos de protesta que se han convertido en los más masivos de la historia del país- se congregaron en un campamento de tiendas en un parque cercano, intentaron cortar calles y bloquear el acceso al Parlamento.
Hubo algunos altercados con la Policía, que usó también cañones de agua y agentes montados a caballo para dispersar a los congregados.
Los agentes pusieron vallas metálicas para proteger los accesos al Parlamento, y Netanyahu tuvo que acceder a la Cámara por una entrada lateral para esquivar a los manifestantes.
La Policía detuvo a una veintena de manifestantes "por violar el orden público", y grupos de movilizados realizaron acciones de desobediencia civil como sentarse en el suelo en medio de vía pública, mientras los arrastraban para llevárselos. A su vez, cinco personas resultaron heridas leves y fueron trasladas al hospital para recibir atención médica.