Las autoridades polacas informaron este viernes del arresto de un ciudadano bielorruso que supuestamente espiaba para Rusia, país en el que residió durante años.
El detenido es Mijail A., de 39 años, y según la Agencia de Seguridad polaca "formaba parte de un grupo criminal que realizaba tareas para los servicios secretos rusos".
El arresto se produjo el martes tras lo cual la fiscalía decretó inmediatamente tres meses de prisión preventiva y ha trasladado a Mikhail A. a una prisión de Lublin (este).
De acuerdo con los datos facilitados por el ministerio de Interior de Polonia, el acusado trabajó en Moscú entre 2008 y 2010, tras lo cual se mudó a San Petersburgo (oeste) y allí cumplió una condena de seis años por un delito no especificado.
En 2021 se instaló en Polonia, donde contactó con los servicios de Inteligencia rusos y comenzó a trabajar para ellos "llevando a cabo reconocimientos de infraestructuras críticas, como aeropuertos, instalaciones militares y puertos, así como actividades de propaganda, por lo que recibió remuneraciones regulares".
Según las autoridades polacas, la investigación que condujo al arresto de Mikhail A. llevó tiempo porque "a menudo cambiaba de dispositivos y medios de comunicación, destruía el rastro de sus actividades" y era muy consciente del peligro que entrañaban sus misiones.
Con este son ya dieciséis las detenciones de personas acusadas de espiar para Rusia que se han producido en Polonia desde que comenzó la guerra de Ucrania. Entre los detenidos está el español Pablo González, un periodista acusado de ser un espía de Rusia. Fue detenido el pasado 28 de febrero de 2022, pocos días después de que se iniciara la guerra en Ucrania.
El 23 de marzo de 2022, poco después de estallar la guerra, el Gobierno polaco expulsó a 45 diplomáticos rusos de la embajada de Varsovia por sospechar que estaban involucrados en tareas de espionaje, lo que, en opinión de los expertos, redujo drásticamente la capacidad de Rusia de obtener información de Polonia.
Se cree que fue a partir de ese momento cuando Moscú llevó a cabo una campaña de captación de espías y colaboradores para sus servicios secretos en Polonia, una suposición que ha quedado confirmada en prácticamente todos los casos de las personas que han sido detenidas recientemente.
La Agencia de Seguridad polaca confirmó que la investigación en torno a este caso continúa y no se descartan más detenciones.