La foto ya es histórica: mira a la cámara con gesto serio, el ceño fruncido y expresión desafiante. Su número de preso, el PO1135809. La primera de un presidente de Estados Unidos, en activo o retirado. La ficha policial de Donald Trump ha dado la vuelta al mundo. Es inaudita. Y se produce después de acusarle de hasta 13 delitos. Se le imputa desde la violación de la ley estatal contra la delincuencia organizada a las presiones sobre funcionarios públicos para que faltaran a sus obligaciones, pasando por la conspiración para falsificar documentos.

Donald Trump no ha tenido más recorrido. Y este jueves, 24 de agosto, rubricaba un nuevo hito en su historia personal y en la de los presidentes de EEUU. El magnate se desplazó a Atlanta (la capital del estado de Georgia) para ser fichado en la prisión del condado de Fulton, el lugar en el que la Fiscalía le acusa de 13 delitos por haber intentado subvertir los resultados electorales de los comicios presidenciales de 2020 en ese estado, donde Joe Biden -el actual presidente- ganó con estrecho margen.

Trump estuvo un total de 20 minutos en la cárcel. Entró, posó para la ficha, pagó la fianza y se marchó. El representante del partido republicano llegó a la prisión al anochecer del jueves (en España, la madrugada) después de haber viajado en su avión privado desde Nueva Jersey. Una vez allí, se le tomaron las huellas dactilares y realizado una fotografía frontal para los archivos policiales. Además, tuvo que depositar los 200.000 dólares (unos 185.000 euros) de la fianza que acordó con la Fiscalía.

Ahora, Trump está en libertad bajo fianza y todos los focos siguen centrados en su reacción. De momento, ha seguido enfrascado en su inocencia, ha proferido en redes su intención de "no rendirse" y se ha plasmado para la posteridad una imagen con varios elementos curiosos: no solo muestra a esta figura sobre el fondo gris de una prisión, sino que expone sus datos de estatura y peso.

Tras pactar la fianza para su inmediata puesta en libertad, en el interior de la cárcel se anotaban algunos números: el personal penitenciario dejó escrito su peso y altura: 6,3 pies (1,92 metros) y 215 libras (97 kilos). También se pone: cabello rubio y ojos azules. Los últimos datos sobre sus medidas, correspondientes a su último examen físico oficial en la Casa Blanca, hablaban de 1,90 metros de alto y un peso de 110 kilos, unos cuantos más que en los anotados en la oficina del sheriff.

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La imagen policial de Trump no incluye las medidas en la pared de detrás. Medios como The Washington Post indican que podría tratarse de unos datos equivocados, como ha ocurrido con otros acusados que acompañan a Trump en este caso.

Se ha hablado de estos errores con David Shafer, el expresidente del Partido Republicano estatal, que mide 1,65 metros y pesa 68 kilos, con pelo negro y ojos azules. La realidad, según relatan, es que Shafer es más alto y más corpulento, además de tener el pelo gris y los ojos marrones, tal y como recoge el citado diario.

Otro ejemplo que da el mismo artículo es el de la electora suplente acusada en el caso, Cathy Latham, quien figura con el pelo rubio pero realmente lo tiene gris. Tampoco ayuda el hecho de que en la foto policial de Donald Trump no se incluyan las medidas en la pared detrás.