El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, confirmó anoche en su cuenta de X (antigua Twitter) la liberación, por parte de las tropas ucranianas, de la localidad de Klishchiivka, a menos de diez kilómetros al sur de la ocupada Bakhmut.
"Klishchiivka. Doy las gracias a nuestros guerreros por liberar nuestra tierra", ha escrito Zelenski en un mensaje en el que comparte el vídeo de su discurso diario a la nación. El presidente ucraniano cita en sus agradecimientos a las brigadas 80 y 95 de Asalto Aéreo y a la brigada de la Policía Nacional 'Furia', creada especialmente para la contraofensiva.
Zelenski también ha dado las gracias a quienes resisten las embestidas rusas desde Kupiansk, en el noreste, hasta Jersón, en el sur.
Según las Fuerzas Armadas ucranianas, la recuperación de Klishchiivka, combinada con la toma de Andrivka, también al sur de la ciudad oriental de Bakhmut, darán a Ucrania una "plataforma" sólida para continuar sus avances en esa parte del frente de la provincia de Donetsk, tal y como informa Efe.
Moscú ha negado hasta ahora que sus tropas hayan perdido estas dos localidades.
Durante la semana pasada, las fuerzas de Kiev consiguieron liberar total o parcialmente tres localidades situadas al sur de Bakhmut: Andrivka, Klishchiivka y Optine. Desde que comenzó su contraofensiva a principios de junio, Ucrania ha confirmado la liberación de unos 50 kilómetros cuadrados en los alrededores de Bakhmut.
Mientras sus tropas continúan con la contraofensiva, el presidente ucraniano viaja esta semana a Estados Unidos (EEUU) para verse con Joe Biden en Washington, según adelantaba la semana pasada el diario The Washington Post.
El líder ucraniano también irá al Congreso de EEUU, que está pendiente que apruebe una ayuda de 24.000 millones de dólares de ayuda a Ucrania.
Según medios estadounidenses, la visita de Zelenski se ha coordinado junto con la Administración de Biden como un intento de reforzar la importancia que tiene el visto bueno del Congreso a las nuevas ayudas. El presidente ucraniano pretende obtener el mayor apoyo posible entre las filas republicanas, donde empieza a crecer el escepticismo en torno a la necesidad de seguir apoyando una guerra que se cronifica.