La sospecha llegó a una pastelería. No había signos de maltrato, pero sí cosas raras. Por ejemplo, que la empleada cada vez vestía con ropa más ancha. Que cada vez se le notaba más la tripa abultada, aunque intentara taparla. Que estaba embarazada, pero no quería mostrarlo. Hasta que un día, después de las vacaciones, llegó y no había rastro del vientre en gestación. Los compañeros le preguntaron por fin por ese tema. Y ella lo negó todo. Por eso se decidieron a denunciar.
Entonces se destapó todo. Desde esa mentira que ocultó en el establecimiento donde trabajaba hasta algo peor: los crímenes más terroríficos posibles. La policía halló en casa de esta joven los cuerpos sin vida de tres bebés. Estaban mal enterrados y en gran estado de putrefacción. Y, supuestamente, eran de esta sospechosa trabajadora de la confitería y de su padre. Es decir, un caso de incesto y asesinato.
Según han informado los periódicos del país, los protagonistas de este terrible suceso son Piotr Gierasik, de 54 años de edad, y una de sus hijas, Paulina Gierasik, de 20. Eran pareja y residían en la localidad de Czerniki, al norte de Polonia. Ambos han sido detenidos y se enfrentan a cadena perpetua. Tal y como explican en estos medios nacionales, dos de los bebés serían hijos de Paulina y su padre, estando ella también involucrada en el asesinato, mientras que el tercero sería de la hermana mayor de esta, también violada por Piotr.
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Pero ahí se mezclan las informaciones. Lo seguro es que los habitantes de Czerniki tuvieron conocimiento el pasado fin de semana de que el viernes, 15 de septiembre, la policía descubría los cadáveres de dos bebés enterrados a poca profundidad y envueltos en bolsas de plástico. El sábado, estos agentes detuvieron a un hombre y a una mujer, padre e hija. Y ese mismo día encontraban el cuerpo inerte de un tercer bebé en el sótano de la misma casa. También estaba en avanzado estado de descomposición.
Al parecer, Piotr Gierasik y Paulina Gierasik hacían vida de pareja. Los vecinos han declarado que se paseaban por el pueblo cogidos de la mano. Él, indicaban, había afeitado la cabeza de su hija para que ningún otro hombre se le acercara. Según apunta el británico Daily Mail, Piotr y Paulina mantenían una relación sentimental desde hace cuatro años. Fruto de esas relaciones consentidas nacieron dos de los bebés. El tercero llegaría tras la violación de otra hija.
Tal y como ha trascendido a la prensa, la mujer de Piotr Gierasik murió hace 15 años y él se quedó a cargo de 12 hijos (cuatro niñas y ocho niños). Muchos de ellos huyeron. El padre violó en numerosas ocasiones a dos de sus hijas: Paulina y Natalia, a las cuales dejó embarazadas y posteriormente mató a sus hijos.
Según los testimonios recogidos de los compañeros de trabajo de la pastelería donde trabajaba Paulina, esta idolatraba a su padre y él la trataba como si fuera su esposa. "Eran como una pareja, ella llamaba al padre por su nombre de pila y caminaban cogidos de la mano", apuntaba uno de ellos. Después de las vacaciones (tenía tres semanas, pero volvió antes) notaron un cambio enorme: "Estaba mucho más delgada, más débil y constantemente cansada".
"Influyó en ella psicológicamente desde una edad temprana", narraba una dependienta de la confitería. "Todos supusimos que estaba embarazada, creo que se había atado cinturones alrededor como una especie de corsé", afirmaba otro compañero en el diario Super Express. En este mismo medio se adelantaba que los investigadores han determinado que Paulina estaba en una relación con su padre de forma voluntaria y la han imputado por tres delitos: dos por asesinato y otro por incesto. En el caso del progenitor, ha sido acusado de cinco cargos: tres por infanticidio y dos por incesto.