El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha confirmado que su país "ya no entrega armas a Ucrania porque se está rearmando a sí mismo", mientras crece el distanciamiento entre Varsovia y Kiev por las importaciones de cereales.
Estas declaraciones se producen en plena escalada verbal mantenida por ambos países y poco después de que se convocase al embajador de Ucrania en Varsovia, Vasil Zvarich, para transmitirle una protesta oficial por las palabras del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien acusó a "algunos en Europa de representar el papel de la solidaridad en el teatro político (...), pero lo que hacen es ayudar a preparar el escenario para un actor de Moscú".
El conflicto tiene origen en el embargo unilateral impuesto por Polonia a las importaciones de productos agroalimentarios de Ucrania, lo que llevó a Kiev a denunciar a los polacos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Al comentar el deterioro en las relaciones entre ambos aliados, Morawiecki dijo anoche en la televisión polaca que "enviamos palabras de advertencia a Kiev para que no vayan por ese camino, lo que ya han aprovechado inmediatamente aquí, en Polonia, los llamados trolls (propagandistas de internet) rusos. Esos provocadores están encantados de que se haya sembrado la semilla de la discordia entre nuestros países".
En opinión del jefe del Gobierno polaco, "no puede ser que los oligarcas ucranianos gobiernen el mercado de cereales en Polonia. Decimos sí al tránsito y la exportación, pero a la desestabilización del mercado polaco, decimos: no".
El miércoles, Morawiecki amenazó a Ucrania con "añadir más productos" a la lista de más de 30 alimentos vetados por Polonia si Kiev "intensifica el conflicto", y este jueves el ministro polaco de Agricultura, Robert Telus, se mostró confiado en que "Ucrania no agravará innecesariamente la situación imponiendo un embargo a las frutas y hortalizas polacas".
Polonia, junto a Hungría y Eslovaquia, anunció que extenderá de manera unilateral su bloqueo a la importación de productos agroalimentarios de Ucrania, a pesar de que Bruselas estableció el final de ese embargo para el 15 de septiembre.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, criticó duramente a Polonia por ello y, posteriormente, el presidente polaco, Andrzej Duda, afirmó que Ucrania se comporta "como una persona que se está ahogando y se agarra a todo lo que puede" y que, por tanto, "es extremadamente peligrosa porque puede arrastrarte a lo más profundo".