El avión de la Guardia Costera japonesa que fue embestido este martes por un Airbus 350 de Japan Airlines en el aeropuerto de Haneda, en Tokio, no tenía permiso para despegar y no debía estar en la pista cuando el avión comercial estaba aterrizando, según las primeras conclusiones extraídas de las comunicaciones y que parecen contradecir la versión inicial del piloto superviviente.
Cinco de los seis tripulantes de esta aeronave murieron por el impacto del avión de pasajeros, en el que viajaban 367 pasajeros más los 12 miembros de la tripulación. Todos fueron evacuados y no hubo víctimas. Las autoridades intentan ahora determinar los motivos que llevaron a una de las tragedias aeroportuarias más graves de la historia reciente de Japón.
La Junta de Seguridad en el Transporte de Japón ha comenzado a examinar los restos de la avioneta, mientras que la policía recoge también pistas en el lugar de los hechos.
[El 'milagro' del avión en llamas de Japón: muy poco combustible, cinturones y evacuación precisa]
Japan Airlines sostiene que su Airbus 350, que venía de Sapporo, procedió con el aterrizaje después de confirmar el procedimiento con la torre de control y sin que tuviese constancia de ningún contratiempo en pista, donde en realidad sí se encontraba una segunda aeronave de menor tamaño que había sido movilizada para las tareas de ayuda tras el potente terremoto que sacudió al país en Año Nuevo, según la agencia de noticias Kiodo.
Las conversaciones recuperadas tras el siniestro muestran también una orden de la torre de control para que la avioneta aguardase en un punto de espera, fuera de la pista. La tripulación responde afirmativamente a esta orden, si bien no está claro si la voz que figura en la grabación es la del único superviviente o la de su copiloto, que falleció en el accidente.
Las autoridades no descartan que pueda haber otras interacciones o incluso que la tripulación hubiese podido malinterpretar las instrucciones, que sin embargo parecen claras. El accidente tuvo lugar a las 17.47 horas (hora local) del martes. Obligó al cierre temporal de todas las pistas del aeropuerto, donde los servicios de emergencia actuaron en un primer momento para evacuar a todos los pasajeros del Airbus de Japan Airlines.