Rusia ha solicitado este viernes de madrugada una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU por los ataques de Estados Unidos y Reino Unido contra posiciones de los rebeldes hutíes yemeníes. El objetivo de estos ataques era intentar reducir la capacidad del grupo rebelde, apoyado por Irán, que amenaza a buques comerciales que navegan por el mar Rojo desde hace semanas.
Tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, han confirmado los bombardeos contra los objetivos hutíes por sus ataques en "una de las vías fluviales más importantes del mundo". Tras denunciar ataques en numerosas ciudades, los hutíes han prometido una respuesta.
Los ataques de los ejércitos occidentales han alcanzado objetivos incluso en Saná, la capital de Yemen. También han golpeado la ciudad portuaria de Hodeida, Dhamar y Saada.
"Rusia ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para el 12 de enero en relación con los ataques de Estados Unidos y Reino Unido en Yemen", informó de madrugada la Misión Permanente en la ONU de Rusia.
Poco antes de que se conocieran los ataques, el primer ministro británico se había reunido con el presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, para hablar sobre "el preocupante aumento" de las agresiones de los rebeldes hutíes y el impacto que tenían en el Canal de Suez y, en general, en el transporte marítimo mundial. Además, le prometió "seguir actuando" en torno a la defensa de la libertad de navegación.
El miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que pedía a los rebeldes detener sus acciones, aunque estos ya avisaron de que no acatarían la petición hasta que no se pusiera fin al "genocidio" de los palestinos en Gaza.
Los hutíes, respaldadas por Irán, controlan la capital de Yemen y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2015.