La Catedral Nacional de Washington recordó este jueves con un emotivo servicio interreligioso a los siete cooperantes de la ONG del chef español José Andrés, World Central Kitchen (WCK), que fallecieron este mes en un ataque aéreo israelí en la Franja de Gaza que provocó indignación internacional.
“Las siete almas a las que hoy recordamos lo arriesgaron todo para alimentar a la gente”, sentenció José Andrés desde el altar, adornado con las banderas de las nacionalidades de los asesinados: la británica, la palestina, la polaca, la estadounidense, la canadiense y la australiana.
El chef, vestido de negro, reiteró su petición de una investigación independiente sobre lo sucedido.
"Sé que todos tenemos muchas preguntas sin respuesta sobre lo que pasó y por qué. No hay excusa para estos asesinatos. La explicación oficial no es suficiente. Y obviamente seguimos exigiendo una investigación sobre las acciones de las Fuerzas Armadas israelíes contra nuestro equipo", afirmó.
El conocido chef fue el orador principal de un servicio oficiado por la obispa de Washington, Mariann Budde, y por el decano de la Catedral Nacional de la ciudad, Randolph Marshall Hollerith, y que contó con oraciones, himnos y lecturas sagradas de la tradición musulmana, judía y cristiana.
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Visiblemente conmocionado y con la voz entrecortada, José Andrés pronunció una sentida biografía individual de cada uno de los cooperantes, a los que elogió como una inspiración: “Nos inspiran a hacerlo mejor, a ser mejores. En los peores momentos, la humanidad se manifiesta”, añadió.
En el interior de la catedral, diversas pantallas reprodujeron imágenes y vídeos en los que se podía ver a los siete cooperantes -Saifeddin Issam Ayad Abutaha, John Chapman, Jacob Flickinger, Lalzawmi Frankcom, James Henderson, James Kirby, Damian Soból- durante sus labores de ayuda.
“Los trabajadores humanitarios nunca pueden ser un objetivo porque son los mejores entre nosotros”, aseguró el chef, a la vez que advirtió de que es “el momento de acabar con la indiferencia” ante desastres como el que tiene lugar en la Franja de Gaza.
El color negro reinó entre los invitados a la ceremonia, denominada “Celebración de la vida”, que entraron de forma escalonada a la catedral minutos antes de que empezara la misa entre los acordes de un gaitero situado en frente de este templo de la capital estadounidense.
El segundo caballero de Estados Unidos, Douglas Emhoff, el subsecretario de Estado, Kurt M. Campbell, y el senador Chris Van Hollen son algunos de los nombres conocidos que asistieron a la cita.
Entre el público -contabilizado por la organización en 560 personas- también había miembros de WCK, a los que, en un punto de su discurso, José Andrés pidió que se levantasen y, entre los aplausos de los asistentes, les dijo que son “la luz en la oscuridad”.
El chef, que también es ciudadano estadounidense, tiene una relación cercana con el actual presidente, Joe Biden, quien después del suceso del pasado 1 de abril emitió uno de los comunicados más firmes hasta la fecha contra el Gobierno israelí, acusándolo de "no haber hecho lo suficiente para proteger a los trabajadores humanitarios" desde el inicio de la guerra.
El servicio interreligioso, que transcurrió durante casi dos horas, tuvo distintos discursos e interpretaciones musicales, tanto del coro de la catedral como del violonchelista Yo-Yo Ma y de la cantante Lena Seikaly, que entonó 'Over the Rainbow' y concluyó con 'I’ll Fly Away' de Albert E. Brumley.