Terremoto político en Francia tras la aplastante victoria de la extrema derecha en las elecciones europeas. El presidente de la República, Emmanuel Macron, ha anunciado la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas, a celebrar el 30 de junio en primera vuelta y una semana después en segunda vuelta.
Fue un anuncio solemne, desde el Elíseo, a las 21.00 horas, imprevisto, inusitado porque nunca un presidente de la República había reaccionado así.
Macron había dicho previamente que las elecciones al Parlamento Europeo no tendrían consecuencias a nivel nacional. Pero, lo abultado de la derrota de su lista, conducida por Valérie Hayer, líder del grupo Renacimiento en la eurocámara, no le ha dejado otra opción.
"No podría seguir, al término de esta jornada, mirando hacia otro lado. A esta situación se añade además la fiebre que ha contagiado el debate público y parlamentario en nuestro país", dijo Macron, en una alocución televisada desde el Elíseo.
"Es por ello, que, después de haber procedido a las consultas previas del artículo 12 de nuestra Constitución, decidí devolver la palabra de nuestro futuro parlamentario a través del voto", agregó.
Jordan Bardella, joven presidente de Reunión Nacional (ex Frente Nacional) ha logrado el mejor resultado electoral de la extrema derecha en Francia. Su 32% (según los sondeos a pie de urna) duplica el 15,40% de Hayer. En tercer lugar, las encuestas sitúan a Raphaël Glucksman, que encabezaba la coalición entre su minipartido Plaza Pública y el Partido Socialista.
La victoria de la extrema derecha se vió completada por el 5,5% obtenido por la sobrina de Marine Le Pen, Marion Maréchal. Los ecologistas están en el 5,6%, muy cerca del 5% por debajo del cual, según la legislación francesa, no se envían diputados a Estrasburgo. Sí estarán representados los votos de La Francia Insumisa de Marion Aubrey con un 8,3%.
Las nuevas elecciones llegarán solo dos años después de las de junio de 2022, en las que Renacimiento, el partido del jefe del Estado, perdió la mayoría absoluta que había tenido en la legislatura 2017-22, lo que generó problemas al Gobierno a la hora de buscar socios parlamentario para aprobar sus reformas.