Las temperaturas asolan a gran parte del continente europeo y el mundo entero. Y no son sólo momentos desagradables con los que debe lidiar la gente, sino que incluso con la muerte. Un médico y destacado presentador televisivo británico fue hallado muerto a inicios de este mes tras hacer senderismo en una isla de Grecia. Se trata de Michael Mosley, quien decidió exponerse al calor para practicar deporte y obtuvo unas fatídicas consecuencias. A él se suman cientos de casos de la misma naturaleza.
En Grecia las temperaturas superan los 40 grados y son cada vez más los peligros de ir al exterior y lidiar con los calores sofocantes. Lo de Mosley no fue un caso aislado. El pasado sábado se encontró muerto a un turista holandés en la isla de Samos. Un día después se descubrió un cadáver de otro turista, en este caso estadounidense. Y por si fuese poco, dos francesas desaparecieron en Sikinos tras salir a caminar.
Las altas temperaturas no sólo deshidratan a la población, sino también afectan seriamente el juicio de las personas, según explican la mayoría de los estudios. Científicos de distintas latitudes afirman que lo que ocurre actualmente confirma los efectos que tiene el calor en el cerebro. Las desapariciones y muertes en Grecia irían de la mano de una pérdida de la capacidad de decisión y de la percepción del riesgo.
Claro está, el fenómeno es transversal y no se limita a un sólo territorio. En Arabia Saudí, durante la tradicional peregrinación a La Meca, más de mil personas murieron a raíz del calor que agobiaba al país aquel día. Según datos oficiales, más de la mitad de los fallecidos no estaban registrados, siendo en su gran mayoría de nacionalidad egipcia. En total, 630 de las víctimas se encontraban allí en situación irregular.
El Hach, que es agendado según dicta el calendario lunar islámico, coincidió este año ad portas del verano saudita, lo que lo hizo insoportable para muchos de los presentes. La mayoría de los fallecidos, al no tener documentos, no accedieron en ningún momento al aire acondicionado con el que sí contaban los ciudadanos.
Cuando el calor sobrepasa los 50 grados, como ocurrió ese día en Arabia Saudí, (51,8 ºC) las amenazas son múltiples y las autoridades insisten en advertir que en lo posible no se debe salir al exterior a menos que sea estrictamente necesario.
Incendios en Turquía
A las desapariciones en Grecia y a las más de 1.000 muertes en la peregrinación a La Meca, se suman los siniestros que están teniendo lugar en Turquía. Las autoridades de protección civil continúan combatiendo los incendios forestales, que tienen como principal causa las altísimas temperaturas que afectan al país. Según registros, la ciudadanía está en este momento sufriendo hasta diez grados más que lo habitual.
Las temperaturas han superado los 40 grados en la provincia suroccidental de Denizli, Diyarbakir y Sanliurfa, lo que ha provocado que distintas zonas prendan en llamas y les sea especialmente difícil a las autoridades apagar el fuego. Desde la semana pasada hasta la fecha se han declarado incendios forestales muchas provincias occidentales del país, entre ellas Usak, Manisa, Esmirna, Balikesir, Bursa y Çanakkale. Algunos de ellos se han extendido por más de 40 horas. Otros, todavía continúan.
Según datos oficiales, son 78 los fallecidos a raíz de los incidentes climáticos. Y en cifras del Departamento de Meteorología, la actual primavera es la segunda más calurosa en los últimos 53 años, sólo antecedida de la de 2018.