Emmanuel Tjibaou hizo historia este domingo al convertirse en el primer candidato proindependentista electo desde 1986 en Nueva Caledonia. La victoria llega semanas después de que Francia declarara estado de emergencia y prohibiera la red social de TikTok en el archipiélago del Pacífico —colectividad de ultramar francés— tras una reforma aprobada por el Parlamento en el Acuerdo de Numea que habilitaría a 42.596 personas para poder votar en las elecciones de los miembros de la Asamblea Provincial y en las elecciones del Congreso de Nueva Caledonia. Nueve personas, incluyendo dos policías, murieron durante las protestas, cientos de personas fueron heridas y hubo daños a comercios e infraestructura de más de 1.500 millones de euros.

Emmanuel Tjibaou ha ocupado diferentes puestos en la vida cultural de Nueva Caledonia y fue director de la Agencia para el desarrollo de la cultura canaco, explica RFI. Sin embargo, es nuevo en la escena política. El 25 de junio, se dirigió a la población a través de TikTok, cuya prohibición fue levantada el 29 de mayo. Dijo: “Es un sentimiento desgastante avisar, alertar: ‘tengan cuidado, tengan cuidado’ y luego, hoy, nos encontramos con esta situación de la que todos somos responsables y el hecho de presentarme es también para asumir esta responsabilidad frente a nuestros compatriotas”.

No es inusual que el apellido de Tjibaou aparezca en titulares. Su hermano Joël fue procesado y puesto en prisión preventiva en Camp-Est a finales de junio por su participación en las protestas comenzadas a mediados de mayo en el país, explica France 24Los separatistas de la etnia canaco temen que la reforma los segregue aún más de la sociedad, aclara RFI. El padre de Emmanuel fue el emblemático Jean-Marie Tjibaou, líder del Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS) quien junto con Jacques Lafleur, salvaron la isla de una posible guerra civil, firmando el tratado de Matignon-Oudinot en 1988.

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En Marignon-Oudinot, el Gobierno francés otorgó poderes a los órganos políticos territoriales, reconoció las instituciones canacas en asuntos de justicia y emprendió una política voluntarista de redistribución de tierras comprando tierras a propietarios privados y cediéndolas a clanes canacos sobre la base de que eran intransferibles. En 1989, fue asesinado junto con Yeiwéwé Yeiwéwé en Ouvéa, al noreste de la isla. El autor del crimen fue Djobelly Wéa, un activista defensor local de la independencia molesto por la firma del tratado de 1988, que puso fin de cuatro años de casi guerra civil.

En 1998 se firmó el Acuerdo de Numea, que preveía la transferencia de ciertas competencias gubernamentales de Francia a Nueva Caledonia en diferentes ámbitos, con excepción de la defensa, la seguridad, la justicia y la moneda. Diseñaba también un cuerpo electoral específico para los referendos de autodeterminación, que limitaba el derecho de voto de los habitantes recién llegados. Así, el Palacio Borbón eludió el temor de los independentistas a que la inmigración cambiara la división de poderes en su contra, que representan el 40% de la población. Temor que ha regresado. El Acuerdo de Numea ha permitido tres referéndum no exitosos en 2018, 2020 y 2021. 

Un ensayo del Peace Agreement Database de la Universidad de Edimburgo titulado ‘Agreement on New Caledonia (Noumea Accord)’ destaca que, pese a que los canacos “pagaron un alto precio en la defensa de Francia, especialmente durante la Primer Guerra Mundial”, a lo largo de la historia se han añadido restricciones de libertades públicas y faltan derechos políticos que se refleja en su lucha de identidad. Sus tierras fueron confiscadas, y ellos han sido relegados a los márgenes geográficos, económicos y políticos. El 30 de junio, Emmanuel Tjibaou se volvió a dirigir hacia la población en una publicación en TikTok agradeciendo a la juventud de Nueva Caledonia por haberse “movilizado para esta primera sesión”. Esperaba que los canacos votaran en la segunda vuelta de las elecciones legislativas. Y lo hicieron.