El periodista español Pablo González Yagüe ha sido liberado este jueves en el mayor intercambio de presos entre Occidente y Rusia desde el fin de la Guerra Fría. González estaba detenido en Polonia desde febrero de 2022 acusado de espiar para el Kremlin, algo que el periodista y su entorno han negado reiteradamente. El comunicado de la familia precisa que González ha sido trasladado a Rusia, su país de nacimiento. 

También el opositor ruso Vladimir Kara-Murza ha entrado en el gran intercambio de prisioneros. Murza, que además tiene la nacionalidad británica, fue sentenciado a 25 años de prisión en una cárcel de régimen estricto tras sus reiteradas críticas a la invasión rusa de Ucrania. En 2022 fue galardonado por el Consejo de Europa con el premio Václav Havel de Derechos Humanos. 

Otro de los liberados por Moscú como parte del canje acordado entre Estados Unidos y el Kremlin ha sido el periodista estadounidense Evan Gershkovich. Gershkovich era corresponsal del Wall Street Journal en Rusia y fue detenido en marzo de 2023. Se le impuso una condena de 16 años de prisión el pasado 19 de julio por espionaje. 

González, Kara-Murza y Gershkovich son los tres grandes nombres de este histórico canje de rehenes. Por otra parte, entre los ciudadanos rusos liberados estaría Vadim Krasikov, condenado a cadena perpetua por el asesinato de un checheno en Alemania. Las autoridades germanas creen que pertenecía al FSB y que cumplía órdenes de Moscú.

El intercambio se ha llevado a cabo este jueves e implica a prisioneros procedentes de hasta siete países. El canje se ha desarrollado en el aeropuerto de Ankara, Turquía, bajo la coordinación de los servicios secretos turcos, según informan diversos medios internacionales.

Varios aviones, entre ellos uno ruso, en el aeropuerto de Ankara, Turquía, este jueves. Reuters

"Por el alto número de presos que iban a ser intercambiados, todos los individuos fueron extraídos de los aviones bajo la supervisión de personal de la agencia de inteligencia turca (MIT por sus siglas turcas) y transferidos a una zona segura", ha explicado la presidencia turca en un comunicado.

Según la cadena de EEUU CBS, el gran intercambio de prisioneros también incluye a la periodista rusa-estadounidense Alsu Kurmasheva, que trabaja para Radio Free Europe y lleva detenida desde el año pasado. Además, el estadounidense Paul Whelan, ex militar acusado de espionaje, el disidente ruso Ilya Yashin y el mercenario alemán Rico Krieger también han sido liberados, según ha informado el Gobierno turco. 

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha celebrado el exitoso intercambio de presos en el que "cuatro estadounidenses, cinco alemanes y varios rusos que el régimen de Putin encarceló" han sido liberados. "Hoy pueden continuar con sus vidas fuera de Rusia. El éxito no hubiese sido posible sin Alemania o Polonia", ha añadido Biden. 

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que para el presidente estadounidense, Joe Biden, era prioritario conseguir la liberación de los ciudadanos estadounidenses, que Washington ha reiterado que fueron injustamente condenados.

Acusaciones contra González

El periodista español liberado este jueves tiene fijado su domicilio en Gernika (Bizkaia). Antes de su detención en febrero de 2022, a los pocos días de que empezara la invasión rusa de Ucrania, era colaborador del canal de televisión La Sexta y del diario Público

Las autoridades polacas le detuvieron por tener "la sospecha" de haber ejecutado "operaciones a favor de Rusia, aprovechándose de su condición de periodista". Desde entonces ha estado en prisión preventiva indefinida.

El comunicado de la familia del periodista asegura que "las razones humanitarias han sido primordiales" en su liberación y añade que "las autoridades rusas han demostrado un interés real en buscar una solución a la situación". El canje sitúa a González como una parte rusa del intercambio, alimentando las acusaciones y sospechas de su espionaje para el Kremlin. Hasta el momento, el Gobierno de España no se ha pronunciado sobre la liberación del español de origen ruso.

Las autoridades polacas fundamentaron su acusación en que González, nacido en Moscú en 1982, llevaba una fotocopia de un pasaporte ruso escrito cirílico. En ese pasaporte su nombre no aparecía como Pablo González, sino como Pável Rubtsov. También le señalaron como espía por recibir regularmente ingresos en su cuenta procedentes de un banco de Moscú, y por hablar ruso con soltura. Fue sólo la culminación de una concatenación de sospechas que comenzaron semanas antes, cuando la tensión entre Rusia y Ucrania iba en aumento.