La historia de Mosab Hassan Yousef refleja la complejidad del conflicto en Oriente Medio. Criado en una Cisjordania marcada por la violencia y la inestabilidad, Mosab, hijo de uno de los fundadores de Hamás, se encontró atrapado en un legado familiar que lo obligaba a seguir un camino ya establecido. Sin embargo, decidió traicionar a su padre para seguir sus propios principios. “Me hicieron creer que era palestino y lo que suponía eso”, cuenta, mientras reflexiona sobre cómo esa identidad lo llevó a una vida de lucha. Durante su vida, Mosab ha encontrado un propósito, conectando con comunidades judías y cristianas, buscando esa paz que trasciende las divisiones que lo rodean.
Para Mosab, el conflicto en Oriente Medio es un recordatorio de lo que puede suceder cuando dos sociedades con un potencial similar eligen caminos tan diferentes. “Una sociedad se convierte en una potencia, y la otra se aferra a una mentalidad tribal”, explica. El 7 de octubre se convirtió en un día de dolor y reflexión para él, un momento en el que la brutalidad del extremismo se hizo más evidente. “No quieren escuchar la verdad”. Para Mosab, es crucial que se pregunte la narrativa que convierte a los perpetradores en víctimas.
A pesar de su experiencia de vida y de los horrores que ha presenciado, Mosab no pierde la esperanza de un futuro mejor. Ve la lucha contra Hamás y otras facciones extremistas como inevitable. “A veces, cuando se agotan las vías pacíficas, solo queda el uso de la fuerza”.