Donald Trump se proclamó ganador de las elecciones de Estados Unidos y volverá a la Casa Blanca cuatro años después de su salida. El republicano superó a Kamala Harris en todos los 'estados bisagra' y será el 47º presidente de EE. UU.
Un estado clave para la victoria de Trump es Pensilvania, que reparte 19 delegados y se ha decidido por un puñado de votos a favor de los republicanos. Los amish residentes en el condado de Lancaster son los 'culpables' del triunfo en este estado.
Según un informe del Elizabethtown College, 90.000 amish han votado a Trump. Esto ha valido al republicano para superar a Kamala Harris por un solo punto. Lo significativo es que esta comunidad tiene un carácter apolítico y no suele votar.
Los amish, anclados al siglo XVIII
Los amish son una comunidad religiosa (anabaptista) que tiene su origen en el siglo XVIII durante la Reforma Protestante. Surgieron tras una división de los fieles de Jakob Ammann, un líder suizo que exigía a la Iglesia más disciplina.
A finales del siglo XVIII empezaron a emigrar a América del Norte para tener más libertad para elegir su forma de vivir la religión. Los amish se distribuyen entre Estados Unidos y Canadá, aunque las comunidades más grandes están en Pensilvania y Ohio.
La religión es la base de los amish y hacen una lectura exacta de la Biblia. Se consideran pacifistas y están en contra de toda violencia, por lo que también se niegan al servicio militar.
Los oficios más comunes en esta comunidad son los relacionados con la agricultura, la carpintería y otras profesiones muy antiguas. Su cultura se refleja también en la forma de vestir muy clásica, con sombreros de paja, pantalones con tirantes y camisas en los hombres. Las mujeres llevan vestidos largos y pañuelos en la cabeza.
Uno de los aspectos más llamativos de los amish es su negativa a adoptar la tecnología. Esta población no utiliza ni vehículos, ni electricidad ni cualquier aparato tecnológico, como los móviles.
Rechazan estos cambios porque lo identifican como una forma de conectar con el resto del mundo. Los amish viven al margen de la sociedad y defienden un estilo de vida sencillo, por lo que todas las innovaciones y avances complicarían su forma de ser y de vivir.