Agencias
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La excanciller alemana Angela Merkel ha afirmado que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, tenía durante su primer mandato en la Casa Blanca una "fascinación por el poder absoluto" de dirigentes como el presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-Un.

Además de estar "cautivado" por políticos con una inclinación autocrática, Merkel ha revelado que "mi impresión siempre fue que soñaba con anular todos esos órganos parlamentarios que sentía que eran de alguna manera un estorbo para él y que quería decidir los asuntos por su cuenta". 

En una entrevista con la Christiane Amanpoue en la CNN ha relatado que "la forma en que hablaba de Putin, la forma en que hablaba del (líder) norcoreano –obviamente aparte de los comentarios críticos que hacía– siempre había una especie de fascinación por el poder absoluto de lo que esta gente podía hacer". 

En la entrevista, Merkel habló de sus nuevas memorias, tituladas Freedom (Libertad), que reflejan sus 16 años como la primera mujer en dirigir la mayor economía de Europa y aborda otros temas de actualidad, como el cambio de Gobierno que se producirá en Estados Unidos el próximo 20 de enero, cuando tome posesión Trump para un segundo mandato.

La excanciller alemana ha recordado su primer encuentro con Trump en la Casa Blanca en 2017. Sentados junto a la famosa chimenea de la Oficina Oval, los periodistas les pidieron a los dos líderes que se estrecharan la mano para una foto. Trump pareció desdeñar la petición, aunque se dieron la mano en otras ocasiones durante la visita de Merkel a Washington.

A partir de ahí observó cómo el republicano "vive de actuar de manera poco convencional" y a menudo intenta "dejar un rastro" y reitera, como también lo hace en su libro, que el mandatario republicano estaba "claramente fascinado" por Putin y "cautivado" por políticos con una inclinación autocrática.

Merkel está estos días en Estados Unidos donde el lunes presentó su autobiografía Libertad en una conversación en Washington junto al expresidente Barack Obama, en la que ambos repasaron su relación como líderes y abordaron cómo la ultraderecha ha usado el discurso antimigrante para ganar poder en todo el mundo.