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Cuando queda un mes para que se cumpla el mandato constitucional por el que se debe producir la toma de posesión del presidente de Venezuela, el opositor Edmundo González defiende que “más temprano que tarde” su país “verá concretarse el cambio que tanto anhela”. 

El candidato electo, que según las actas presentadas por la oposición habría ganado las elecciones democráticas del pasado 28 de julio, confía estar en ese momento en Caracas para ser él quien personifique esa transición tras 25 años de chavismo en el poder. “Me siento dispuesto a asumir el mandato que me otorgó la voluntad popular”, ha proclamado.

Por el momento, Edmundo González continúa en la capital de España, donde este martes ha estado presente en un acto en la Asociación de la Prensa de Madrid, en el que también ha tomado la palabra por videoconferencia la líder opositora María Corina Machado

Machado, desde Venezuela, ha señalado que “el 10 de enero hay dos opciones: que Maduro entienda al pueblo y a la comunidad internacional y se marche, lo que sería bueno para todos; o decida seguir por la fuerza y continuar con la represión”. 

La líder opositora, que se mantiene en el país pese a haber sido inhabilitada para presentarse a las pasadas elecciones, ha insinuado que el actual presidente, Nicolás Maduro, podría tomar posesión el 10 de enero, pero después continuarían las negociaciones. “El traspaso de poderes se puede producir ese día o después”, ha asegurado Machado.

Para eso, será necesario que Edmundo González regrese a su país, donde corre el riesgo de ser detenido. “Con miedo no se va a la guerra. Yo estoy convencido de que voy a viajar a Venezuela por alguna vía”, ha remachado.

Según sus palabras, hasta el momento “no existe la voluntad [por parte de Maduro] de respetar a la ciudadanía que se expresó en las elecciones. Eso es habitual en este tipo de gobiernos. Pero también es común que estos terminen abandonando el poder de forma poco usual”. 

Los opositores confían que la marcha de Maduro se pueda producir a posteriori, gracias al aumento de la presión popular y de las cancillerías internacionales.

Presión internacional

Mientras, las negociaciones con otros países para que Maduro abandone el Gobierno y ceda su asiento a la oposición continúan en diversos frentes. Según Edmundo González, su corriente sigue apostando por una “transición ordenada y concertada”. “Es necesario seguir ejerciendo la máxima presión diplomática para que se produzca un cambio democratizador”, ha añadido. 

En ese sentido, España le dio asilo diplomático el pasado 8 de septiembre, aunque hasta el momento no lo ha reconocido como presidente electo. Algo que sí ha hecho Estados Unidos o el Parlamento Europeo, en una resolución no vinculante y que no condiciona las decisiones de cada uno de los Estados de la UE.

España se mueve entre bambalinas, como demuestra el hecho de que la semana pasada el Gobierno anunciara el nombramiento del diplomático Álvaro Albacete como nuevo embajador en Caracas. La decisión se toma de cara a afrontar la nueva situación política que vivirá Venezuela a partir de ese 10 de enero, fecha en la que el presidente debe asumir su cargo. 

Los líderes opositores han sido preguntados por el papel de España en este proceso y ninguno de los dos han querido expresarse de forma demasiado tajante. “Todos aquellos que se muestran equidistantes se están posicionando del lado del opresor. Esperemos que Europa y España reconozcan a Edmundo como presidente electo”, ha dicho María Corina Machado.

Contexto global

En este sentido, la caída del régimen de Bachar Al Asad en Siria también da alas a la oposición venezolana. Rusia e Irán, tradicionales aliados de Maduro, no han conseguido impedir la caída de Al Asad, por lo que “menos aún lo van a hacer con Maduro”, opina Machado.

“Estamos enfrentando a un régimen moribundo, que lo hace tremendamente peligroso, porque lo hace cometer crímenes y ejercer la represión. Estamos en una cuenta atrás hacia el reencuentro con la libertad. Hoy en Venezuela se libra la lucha por la democracia en América Latina y Occidente”, ha insistido María Corina Machado. 

El acto se ha celebrado coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos y en la conferencia han estado presentes familiares de distintas víctimas de la represión del chavismo que han narrado sus testimonios.

La oposición calcula que en estos momentos hay 1.900 presos políticos en las cárceles de Venezuela, entre quienes habría niños, ancianos y personas con discapacidad.