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    Garba está recibiendo atención psicológica en una clínica de Médicos Sin Fronteras en la zona.

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    Los campos de refugiados de Garin Wazan y Kintchandi fueron creados en junio de 2016 cuando miles de refugiados llegaron a la zona escapando de un ataque en la ciudad de Bosso, muy cerca de la frontera con Nigeria.

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    Control de casos de malnutrición en un campo de refugiados cerca de Diffa.

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    Durante años, la región de Diffa, que hace frontera con Nigeria y Chad, ha sufrido las consecuencias del conflicto armado entre Boko Haram y las milicias de la zona. Más de 240.000 personas se han visto afectadas.

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    Grupo de refugiados en el campo de Kintchandi, a 63 kilómetros de Diffa.

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    “Boko Haram nos robó parte de nuestro ganado y perdimos lo que quedó porque tuvimos que huir”, explica un jefe de la comunidad de desplazados.

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    En estos centro para madres e hijos, las víctimas de la violencia de Boko Haram pueden solicitar ayuda psicológica.

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    El equipo médico de MSF realiza controles a los refugiados para comprobar sus niveles de malnutrición

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    En el suelo, uno de los pequeños pacientes con malaria que están atendiendo los equipos médicos.

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    La clínica de MSF en Garin Wazam proporciona atención médica primaria.

Juan Carlos Tomasi/ MSF