Más de 5.000 niños han muerto en Yemen desde que el conflicto civil en el país se recrudeció en marzo de 2015 con la intervención de una coalición árabe, y casi la totalidad de los menores en el país, 11 millones, necesita ayuda humanitaria para sobrevivir.
El informe "Nacido en la guerra", elaborado por Unicef explica además que más de la mitad de los niños del país no tienen acceso al agua potable o a un saneamiento adecuado.
Se estima que casi dos millones de niños (1,8 millones) están desnutridos, incluyendo 400.000 que sufren de desnutrición severa aguda y que, literalmente, luchan diariamente por sobrevivir, dado que tiene nueve veces más probabilidades de morir que los que están correctamente nutridos.
La epidemia de la desnutrición
La portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) Betina Luscher indicó que en el país hay 17,8 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria; 8,4 millones inseguridad alimentaria severa; 1,8 millones menores de cinco años desnutridos agudos y 1,1 millones de mujeres embarazadas desnutridas agudas. Durante estos casi tres años, tres millones de bebés han nacido en el país.
Una generación entera de niños en Yemen solo conoce la guerra
Casi dos millones de partos (1,9 %) tuvieron lugar en sus casas o refugios, la mayoría de ellos sin ninguna atención médica, especificó en una teleconferencia la representante de Unicef en el país, Meritxell Relano.
La funcionaria internacional añadió que 30 % de los niños nacen prematuros, y un 30 % de ellos con un bajo peso. Además, el 25 % muere al nacer o en el primer mes de vida, subrayó.
"Una generación entera de niños en Yemen solo conoce la guerra. La desnutrición y la enfermedad son generalizadas dado que los servicios básicos han colapsado", denunció Rolano.
"Los que sobrevivan tendrán que acarrear las heridas físicas y psicológicas del conflicto para el resto de sus días", agregó.
A esta situación desesperada hay que sumarle la epidemia de cólera que ya ha afectado a más de un millón de personas, un cuarto de ellos niños menores de cinco años. Otro grave problema son los matrimonios infantiles como medida de supervivencia.
Asimismo, Rolano denunció que Unicef ha podido verificar que al menos 2.000 niños han sido reclutados por diferentes grupos armados, con un aumento del 27 % entre noviembre y diciembre de 2017.
Unicef calcula que tres cuartas partes de todas las niñas se casan antes de cumplir los 18 años.
Cerca de dos millones de niños no van a la escuela, incluyendo medio millón que tuvieron que abandonar las aulas cuando el conflicto se exacerbó con la intervención de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí para frenar el avance de los rebeldes hutíes.
Un conflicto sin solución política
A finales de 2017, 256 escuelas estaban destruidas, 150 ocupadas por desplazados internos y otras 23 por grupos armados.
El informe pide a las partes en conflicto, a aquellos con influencia sobre ellas y a la comunidad internacional en su conjunto que encuentren una solución política que acabe con la violencia.
Mientras esto no ocurra, Unicef recuerda la obligación de cumplir con las leyes internacionales y permitir el pleno acceso de la asistencia humanitaria a toda la población.
En septiembre de 2014 los rebeldes hutíes (chiíes) derrocaron al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, que huyó al exilio en Riad. En marzo de 2015 se constituyó una alianza de países árabes y suníes lidera por Arabia Saudí que lucha para derrotar a los hutíes y restablecer a Hadi en el poder.
Incluso antes de que el conflicto comenzase, Yemen era el país más pobre de Oriente Próximo y uno de los menos desarrollados del mundo, importaba el 80 % de todo lo que consumía y dependía enormemente de la asistencia internacional.