Las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo insurgente hutu que opera en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) negó estar implicado en el asesinato ayer del embajador de Italia, Luca Attanasio, en un ataque contra un convoy de la ONU cerca de la urbe congoleña de Goma (noreste).
En un comunicado citado por el periódico local Actualité, esta milicia asegura que sus combatientes no participaron en el ataque y pide a las autoridades congoleñas y a la misión de paz de la ONU desplegada en el país (Monusco) que "arrojen luz sobre los responsables de este vil asesinato en lugar de recurrir a acusaciones apresuradas".
Ayer, el ministro congoleño del Interior, Aristide Bulakali Mululunganya, culpó en un comunicado a este grupo armado del ataque mortal perpetrado contra dos vehículos del Programa Mundial de Alimentos (PMU) en Kibumba, a 25 kilómetros al noreste de Goma, provincia de Kivu del Norte y zona fronteriza con Ruanda.
En el atentado fallecieron también el carabinero Vittorio Iacovacci, de 30 años, y el conductor congoleño del PMU Moustapha Milambo, según medios locales.
Las FDLR añadieron además que la zona en la que ocurrió la emboscada hay soldados tanto del Ejército congoleño como de las Fuerzas Armadas Ruandesas, y sugirieron que ambos cuerpos deberían también ser investigados.
Según un informe publicado este lunes por la herramienta de seguimiento Kivu Security tracker, un total de 122 grupos armados permanecen activos en el este del Congo, repartidos entre las provincias Kivu del Norte, Kivu del Sur, Ituri y Tanganica.
Attanasio, de 43 años, casado y con tres hijas, se había convertido en septiembre de 2017 en jefe de misión en Kinshasa, donde estaba realizando numerosos proyectos humanitarios.