El Ejército de Mali ha liberado este jueves al presidente y al primer ministro de transición, Bah Ndaw y Moctar Ouane, respectivamente, tres días después de su detención y tras forzarles a presentar su dimisión en medio de una disputa sobre la composición del nuevo Gobierno en el país africano.
Ndaw y Ouane, quienes fueron trasladados el lunes a la base militar de Kati, donde se fraguó el golpe de Estado de agosto de 2020 contra el entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita, no han realizado declaraciones tras su liberación, confirmada por fuentes militares citadas por el diario Journal du Mali.
Un colaborador de Ouane ha señalado en declaraciones concedidas a la emisora maliense Studio Tamani que ambos se encuentran en estos momentos en sus residencias sociales.
Las liberaciones han sido confirmadas también por la cadena de televisión británica BBC, que ha detallado que ambos han abandonado el campamento militar en torno a las 1.00 horas (las 3.00 horas en la España peninsular e Islas Baleares).
El comandante Baba Cisse, asesor del vicepresidente y antiguo líder de la junta militar, Assimi Goita, resaltó el miércoles que "tras la renuncia del presidente y del primer ministro, los detenidos recuperarán su libertad". "Esto se hará gradualmente por obvias razones de seguridad", agregó, sin dar más detalles.
Las dimisiones llegaron un día después de que Goita diera un nuevo golpe de mano y cesara a ambos, en medio de una nueva crisis en la que está mediando la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que ha vuelto a enviar al expresidente nigeriano Goodluck Jonathan a Bamako para intentar contener la situación.
Las detenciones de Ndaw y Ouane han sido condenadas por la comunidad internacional, en lo que se ha visto como un golpe de Estado dentro del golpe de agosto de 2020. Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), Francia y Estados Unidos habían reclamado además su liberación "inmediata" y la vuelta al proceso de transición.
En este contexto, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, ha anunciado la suspensión de "toda la asistencia de seguridad" a las fuerzas de seguridad del país africano, reactivada tras el inicio del proceso de transición después de su congelación después de la asonada de 2020.
La crisis
El desencadenante de la nueva crisis fue la reciente dimisión de Ouane en medio de nuevas protestas opositoras, tras lo que Ndaw le volvió a nombrar para el cargo. Así, el lunes desveló la composición del nuevo Gobierno, con militares en las principales carteras pero sin importantes guras de la junta en el seno del Ejecutivo.
Así, Goita sostuvo el martes tras anunciar el cese de ambos políticos que el anuncio del nuevo Ejecutivo supone "una voluntad maniesta del presidente de transición y del primer ministro de ir hacia una violación de la hoja de transición, contrariamente al juramento que hicieron durante su investidura del 25 de septiembre de 2020".
Goita hizo sin embargo hincapié en que "el proceso de transición sigue su curso normal y las elecciones previstas se celebrarán en 2022", si bien su golpe de mano revela nuevamente la importancia de los militares en el proceso, a pesar de estar encabezado por guras civiles.
Las autoridades de transición vieron la luz tras la mediación de la CEDEAO después del golpe de Estado de agosto de 2020 contra Keita, que buscaba garantizar que el Ejército entregaba el poder a las autoridades civiles. En este contexto, el acuerdo contemplaba que tanto el presidente como el primer ministro debían ser civiles.
Posteriormente, Ndaw fue nombrado como presidente y Ouane como primer ministro, si bien Goita se garantizó el puesto de vicepresidente, con lo que quedó al frente de "las cuestiones de defensa y seguridad", con una cláusula que excluye la posibilidad de que pueda sustituir al presidente en caso de vacancia, si bien este extremo está nuevamente sobre la mesa.