El Gobierno de Marruecos ha excluido a los puertos españoles por segunda vez de las travesías marítimas que este verano conectarán al país con Europa, lo que equivale de hecho a una suspensión de la Operación Paso del Estrecho (OPE), conocida en Marruecos como Operación Marhaba.
Un comunicado emitido en la tarde del domingo especifica que el retorno de los emigrantes marroquíes se hará exclusivamente "a partir de los mismos puertos de tránsito del año pasado", es decir, con barcos procedentes de los puertos franceses de Marsella y Sète, además del italiano de Génova.
Los pasajeros de estos barcos deberán presentar un test PCR antes de embarcar y realizar otro a bordo, según recoge el comunicado, lo que significa que habrá algún tipo de infraestructura dentro de cada barco, casi con toda seguridad kits de tests rápidos, según han explicado fuentes del sector naviero al tanto de las negociaciones.
El comunicado no precisa si estas restricciones durarán todo el verano o si podrán levantarse en el mes de agosto tras la llamada Fiesta del Carnero, prevista a finales de julio.
El año pasado Rabat ya anunció que los puestos fronterizos con las ciudades autónomas españolas estarían cerrados en verano, y continuó así con una estrategia de ahogamiento que comenzó en el verano de 2018 con el cierre de la aduana comercial de Melilla y el fin del porteo en Ceuta en octubre de 2019.
Este año, además, la decisión llega en un momento de alta tensión en las relaciones entre España y Marruecos debido a la crisis desatada después de que fuera acogido el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, quien estuvo ingresado en el Hospital San Pedro de Logroño hasta el pasado uno de junio, cuando abandonó el país después de declarar de forma telemática ante la Audiencia Nacional.
España había acogido a Ghali por "razones humanitarias", según el propio Gobierno, que respondía de esta forma al empeoramiento de la salud del líder saharaui tras contagiarse de coronavirus. Según Exteriores, el líder del Polisario entró con su propio pasaporte argelino y se cambió de identidad en el propio hospital.
Sin embargo, la acogida de Ghali ha detonado una crisis con Marruecos que derivó hace unas semanas en la entrada de miles de personas a Ceuta y en un pulso político entre Rabat y Madrid que implicó la llamada a consultas de la embajadora marroquí en España.
Razones sanitarias
No obstante, las fuentes del sector precisan que han sido consideraciones de tipo sanitario las que han primado a la hora de excluir a los puertos españoles, al ser esta una decisión que supone reducir enormemente las cifras de llegadas de MRE, que en un verano normal suponen la llegada de varios millones de personas por puertos y aeropuertos.
Con las restricciones aplicadas este domingo, las navieras podrán transportar un máximo de 250.000 personas, es decir, la décima parte de las que viajan por barco en un año normal; sumadas estas a las que puedan llegar por vía aérea a Marruecos tras la apertura del espacio aéreo con casi toda Europa a partir del 15 de junio, el total de entradas a Marruecos no superará el millón de personas.
La noticia supone un duro golpe para los emigrantes, conocidos en Marruecos como MRE ("marroquíes residentes en el extranjero") que cada verano atraviesan España, procedentes de distintos países de Europa, y embarcan en ferris desde puertos del sur de España (Algeciras, Tarifa y Almería, principalmente) hasta el norte de Marruecos.
La Operación Paso del Estrecho surgió en 1986 ante el atasco que sufrían ciudades como Algeciras, en las que se formaban colas de hasta tres días esperando para embarcar a Ceuta y de ahí pasar por El Tarajal a Marruecos. España viene coordinando desde hace tres décadas, sobre todo en verano y Navidad, el paso de miles de personas que viajan desde Europa a sus lugares de origen en el norte de África para pasar las vacaciones.
En 2019 cruzaron 3.340.045 personas y 760.215 vehículos. Entonces los ciudadanos ya prefirieron viajar directamente de Andalucía al norte de Marruecos, ya que la ruta más utilizada fue Algeciras-Tánger Med, con el 36,4% de los pasajeros, y en cuanto a vehículos acogió el 50% de los traslados. Tarifa-Tánger registró el 12,3%.