La cooperante española María Hernández ha sido asesinada en Etiopía, en la provincia de Tigray. Miembro de la ONG Médicos Sin Fronteras, la española, que ejercía como coordinadora de emergencias, habría perdido la vida en un ataque en el que también han fallecido Yohannes Halefom Reda, asistente de coordinación de la organización, y Tedros Gebremariam Gebremichael, que trabajaba como conductor.
"Perdimos contacto con ellos y el coche en el que viajaban ayer por la tarde. Esta mañana el vehículo ha sido hallado vacío y, a unos metros de distancia, sus cuerpos sin vida", ha informado MSF, en un comunicado en el que ha condenado "con dureza" el ataque. "Hoy es un día terrible de duelo", lamenta la organización en su texto.
En este sentido, ha recordado que "María, Yohaness y Tedros estaban allí ayudando a la población y es impensable que hayan pagado con sus vidas por ello". MSF se mantiene "en contacto estrecho" con familiares y autoridades ante lo que ha descrito como "un golpe devastador".
María Hernández, de 35 años de edad y originaria de Madrid, inició su trabajo en MSF en 2015 en la República Centroafricana y desde entonces había trabajado en Yemen, México y Nigeria.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha expresado su pésame y ha comunicado que el ministerio está en contacto con las autoridades etíopes para esclarecer los hechos y repatriar el cadáver.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, también ha dado el pésame a los familiares de la cooperante española y ha lamentado el ataque. "Un sentido abrazo a la familia y compañeros de María, que ha sido asesinada en Etiopía, donde se encontraba ayudando a la población", ha comunicado Sánchez. Otros líderes políticos y formaciones políticas como la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, o Unidas Podemos también han comunicado su pésame.
Desde principios de 2021, Médicos Sin Fronteras montaba clínicas móviles en más de 50 localidades de la región de Tigray. La ONG alarmó en mayo sobre los altos niveles de desnutrición de niños y mujeres en la zona noroeste de la región.
La ONU estima que más de 5 millones de personas necesitan asistencia humanitaria y calcula que hay más de 1,8 millones de personas en niveles alimentarios de emergencia, mientras que más de 350.000 estarían en el peor umbral del hambre en Tigray y zonas aledañas, al borde ya de la inanición. La organización teme que, si no llega ayuda a tiempo, esta última cifra supere los 400.000 en septiembre.
Zona de conflicto
Tigray es a día de hoy una zona de guerra. El conflicto estalló el pasado 4 de noviembre después de que el Gobierno central etíope atacara al Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), el partido que gobernaba hasta entonces la región, en represalia por una presunta agresión previa de fuerzas tigrinas a una base del Ejército federal.
Este pasado martes se produjo un bombardeo en un mercado en esta misma región en el que murieron más de 60 civiles y cientos de heridos, según médicos y testigos de la zona. Este jueves el Ejército Nacional de Etiopía reconoció la autoría del ataque alegando que el objetivo eran combatientes rebeldes del FPLT y que las víctimas no son civiles.
Por su parte, el primer ministro etíope y Premio Nobel de la Paz de 2019, Abiy Ahmed, no se ha pronunciado sobre el bombardeo. El pasado lunes se celebraron elecciones en Etiopía excepto en la región conflictiva de Tigray.