La última táctica de Marruecos para presionar a España es el cierre del espacio aéreo con la excusa de la Covid. Además, va más allá, y acusa al ejecutivo de irresponsable en el control de la Covid y tacha sus vuelos de “peligro para la salud del Reino”.
Acusaciones vertidas en un comunicado del ministerio de Sanidad contra España que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, calificó de “inaceptables”.
Para Rabat “la situación actual de los vuelos desde España a Marruecos representa un peligro para la salud de los ciudadanos marroquíes, además de poner en peligro los logros alcanzados por el Reino en la lucha contra el Covid-19” porque consideran que “las autoridades españolas competentes están lejos de garantizar un control riguroso del estado de salud de los pasajeros en el embarque de los mismos en los aeropuertos”.
Además, lamentan “la falta de verificación del pase de vacunación de los pasajeros”. Desde el ministerio aseguran que “se han detectado numerosos casos de infección por Covid-19 en personas procedentes de España a través de vuelos privados, ya sea a su llegada o en tránsito”.
Precisamente, el ejecutivo de Rabat lanzó este mensaje, a modo de aclaración, durante el anunció sobre la elección de Portugal, en lugar de España, como país de salida para repatriar a los marroquíes varados en Europa, en el marco de las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia.
Esa sería otra de las amenazas desde comenzó el cerrajón, que los tránsitos a Europa se pueden hacer vía Portugal, lo que asfixiaría al Puerto de Algeciras. Algo que ya se intentó este verano con la Operación Paso de El Estrecho (OPE), por la que millones de ciudadanos marroquíes residentes en el extranjero vuelven a su país para pasar las vacaciones.
El entonces ministro de Transportes, Abdelkader Amara, llegó a anunciar en el mes de julio la apertura de la línea marítima Tánger-Portimao para que los marroquíes de Europa pudieran volver prescindiendo de los puertos españoles. Sin embargo, no se puso en marcha al tratarse de un puerto deportivo en el Algarve que necesita obras de adaptación para embarcar a pasajeros.
Crisis diplomática latente
El último comunicado del ministerio de Sanidad resulta similar a los mensajes lanzados por el jefe de la diplomacia marroquí, Nasser Bourita, y la embajadora Karima Benyaich, durante la acogida en España de Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario.
De esta manera, la crisis diplomática entre Marruecos y España sigue latente. Si Albares y Bourita hablaran “regularmente”, como afirmó el ministro español en el Senado esta semana, no se habría enterado de este malestar por un distante comunicado.
El país magrebí persigue un único objetivo, que España y la Unión Europea (UE) reconozcan la soberanía del Sáhara Occidental, como ya hizo Donald Trump hace un año.
En Rabat señalan a España como primer obstáculo para que la UE no reconozca la marroquinidad del Sáhara, disfrazada de un plan de autonomías.
De hecho, el ministro Bourita presume de las excelentes relaciones que mantienen con Portugal, Italia y los países del centro y el este de Europa. Incluso, en las últimas semanas han intentado dar un giro a las relaciones pésimas con Alemania, aprovechando la marcha de Angela Merkel.
Las embajadas negocian con Exteriores
Finalmente, la crisis entre los países vecinos vuelve a repercutir en sus ciudadanos. Los miles de españoles residentes en Marruecos que trabajan en diferentes ámbitos, desde la enseñanza o la diplomacia hasta en compañías privadas, tienen complicado pasar las fiestas de Navidad en España.
Marruecos prorrogó el cierre desde el 13 de diciembre hasta el último día del año, sin más información, debido a la situación mundial de la Covid. Hasta que el lunes, a través de un comunicado del ministerio de Sanidad, echó la culpa a España y amenazó con que “no reanudará los vuelos desde España sin el respeto de los protocolos sanitarios por las autoridades de este país”.
Los vuelos de repatriación desde Marruecos a España finalizan el 23 de diciembre. A partir de entonces, Rabat no autorizará más viajes especiales. “Iberia asegura que ya no se llenan los aviones de salida por los problemas que va a haber para regresar. Todavía no hay una solución para la vuelta. Las embajadas están negociando con Exteriores todas juntas”, explica un diplomático a EL ESPAÑOL.
De hecho, el pronóstico que realizan desde la capital de la reanudación de vuelos es negativo. Varios profesores del Instituto Cervantes y del colegio de español coinciden en indicar a EL ESPAÑOL: “Seguimos en Rabat. No nos hemos arriesgado a salir”.
“Estamos rotos”
Así se quedan sin Navidad miles de expatriados españoles atrapados en el país. No salen por miedo a no poder entrar y perder el puesto de trabajo. Consideran que el cierre se pospondrá de nuevo.
Durante el año académico, alrededor de 300 profesores trabajan en las 11 escuelas españolas en el país vecino. Una de estos docentes envió este mensaje a EL ESPAÑOL el martes desde la región noroeste: "Un despropósito dejar en Marruecos a unos 300 profesores encerrados. Estamos en una cárcel desatendidos por las autoridades españolas y con una consejera desaparecida".
Llevan días clamando a los responsables españoles que les ayuden para pasar las vacaciones con sus familias después de que Marruecos decretara el cierre de sus fronteras marítimas y aéreas.
“No hay nada peor que la incertidumbre de no saber si podrás ver a tu familia. Los españoles en Marruecos se merecen una respuesta y saber si podrán reunirse con sus familias. Estamos destrozados”, publicó en las redes sociales la hija de una trabajadora atrapada en el país vecino citando al ministro Albares.
“Y los diplomáticos que prestan sus servicios en Marruecos no podrán volver a casa por Navidad? ¡¡¡Una solución YA!!!”, fue otra de las reclamaciones.
Dos días antes de que el ministerio de Sanidad marroquí emitiese el comunicado, otra persona afectada por el cierre preguntaba en Twitter: “¿Qué pasa con los profesores españoles que trabajan en Marruecos? ¿No voy a poder ver a mi madre por Navidad? Quedan días para este momento del año tan importante y aún no tenemos respuestas. Mi familia y yo estamos rotos”.
Larga lista de presiones
La lista de métodos de presión desde Rabat a Madrid empieza a ser larga. Terminó de manera unilateral con la aduana comercial y el porteo en las fronteras de Ceuta y Melilla, y mantuvo los pasos fronterizos cerrados a cal y canto con el fin de asfixiarlas económicamente.
En 2020 el gobierno magrebí aprobó dos leyes de ampliación de su Zona Económica Exclusiva (ZEE) y su Plataforma Continental, aguas que se solapan con las de las Islas Canarias, donde puede tener acceso a metales raros del Monte Tropic y realizar prospecciones petrolíferas.
En mayo de este año, permitió la salida de 13.000 ciudadanos desde Castillejos a Ceuta. La mayor entrada de personas migrantes en tan solo dos días.
Lo último fue la instalación de una piscifactoría en las Islas Chafarinas, en aguas adscritas a Defensa, por la que Exteriores se quejó a Rabat en una Nota Verbal.