El nuevo enviado especial del secretario general de Naciones Unidas (ONU) para el Sáhara Occidental, el diplomático italo-sueco Staffan de Mistura, emprende esta semana una gira por los países implicados en el conflicto de esta región.
Sin embargo, el contexto actual al que se enfrenta De Mistura es bien distinto al que se encontraron sus cinco antecesores, ya que Marruecos y el Frente Polisario mantienen una guerra desde que se rompió el alto el fuego el 13 de noviembre de 2020.
En todo caso, la Secretaría de la ONU no ha anunciado oficialmente las fechas ni los lugares en los que va a estar y con quién se va a entrevistar, lo que ha suscitado un tira y afloja entre Marruecos y el Frente Polisario en los últimos días.
Mientras la prensa marroquí ha publicado que De Mistura no viajará a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), fuentes del Frente Polisario aseguraron a EL ESPAÑOL, que "está en contacto con las dos partes y con los países vecinos para organizar la agenda".
Lo cierto es que el representante del Frente Polisario en la ONU y coordinador de la MINURSO, Sidi Mohamed Omar, está viajando a los campamentos para su recibimiento. "La gira será entre los días 13 y el 19 de enero, y se reunirá con las dos partes implicadas -Marruecos y el Frente Polisario-, así como con los países vecinos, Argelia y Mauritania", según explicó este miembro de la ejecutiva del Polisario en una entrevista con EL ESPAÑOL.
Marruecos y el Polisario coinciden en que De Mistura en este primer viaje no visitará el Sáhara Occidental, administrado por Marruecos, y donde muchos saharauis denuncian violaciones de derechos humanos. El caso más flagrante este año es el de Sultana Khaya y su familia.
Normalmente, las entradas al Sáhara Occidental están controladas por Marruecos, y suelen estar vetadas a los periodistas, incluso acreditados, a los activistas pro saharauis, y a los observadores y abogados internacionales.
Teniendo en cuenta los preparativos logísticos, el traslado de De Mistura será en un avión de las fuerzas armadas españolas para facilitar su gira en la región como se hizo con los anteriores enviados. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en su encuentro con De Mistura el 3 de diciembre en Roma, en el marco de la VII edición de la reunión Diálogos Mediterráneos, le felicitó por su nombramiento y le trasladó "el compromiso de España, miembro del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, a apoyarle para relanzar el diálogo".
¿A favor o en contra?
El 6 de octubre, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, anunció el nombramiento del exmiembro del gobierno italiano Staffan de Mistura como su enviado especial para la región del Sáhara, y el 1 de noviembre comenzó su trabajo. Entonces, el portavoz de Guterres ya aclaró que "trabajará con todos los interlocutores relevantes, incluidas las partes, los países vecinos y otras partes interesadas".
De Mistura mantuvo el pasado 5 de noviembre un encuentro con los representantes del Polisario y Marruecos en la ONU para tomar contacto con las autoridades de las dos partes. "Vino para escuchar, fue una toma de contacto. Por mi parte le expliqué la postura del Frente Polisario durante todo el proceso. Hablamos de la gira, ahí anunció que iba a hacer lo mismo que los otros enviados especiales", desvela Sidi Mohamed.
Desde la dirección del Polisario no tienen mucha esperanza, aunque no conocen las propuestas o sugerencias de De Mistura. "Durante años hemos hecho muchas concesiones, algunas dolorosas, para que avanzara el proceso, pero al final no llegamos a ningún sitio, hasta que en noviembre el Consejo de Seguridad se mantuvo en silencio con la ruptura del alto el fuego. No hay mucha esperanza, para ser sincero; sin el apoyo del Consejo de Seguridad, con la negación de Marruecos, y el estado de guerra. Pero como parte del conflicto y con la idea de conseguir una solución, estamos dispuestos a escuchar qué propuestas tiene", adelanta Sidi Mohamed.
Desde El Polisario consideran que "con quien tiene que hablar" De Mistura "es con Marruecos, que fue quien rompió el alto al fuego"
Si De Mistura pone sobre la mesa la guerra declarada por el Frente Polisario a Marruecos el 14 de noviembre de 2020, el diplomático Sidi Mohamed tiene claro que "no habrá ningún alto el fuego si Marruecos insiste en ocupar el territorio saharaui. Nuestra postura es muy clara, independientemente de la agenda del enviado especial, seguiremos mientras no haya un plan de paz que incluya el referéndum de determinación. Con quien tiene que hablar -De Mistura- es con Marruecos, que fue quien rompió el alto al fuego".
A pesar de su trayectoria en la ONU como representante especial del secretario general en Irak, Afganistán y en el Sur de Líbano, De Mistura tiene un gran trabajo por delante en este conflicto enquistado desde hace más de cuatro décadas.
El ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, manifestó en Londres a finales de 2021 que la llegada Staffan de Mistura "es una buena noticia". Sin embargo, Marruecos había rechazado su candidatura inicialmente, aunque tras la presión de los miembros del Consejo de Seguridad tuvo que reconsiderar su postura. Además, Rabat vetó varias propuestas y llegó a manifestar que no aceptaría enviados de los países nórdicos.
El Frente Polisario sí aceptó desde el principio la candidatura de Staffan de Mistura. "No se puede anticipar lo que pasará, estamos a la espera de que venga y nos diga. No tenemos nada en contra de él. Siempre pedimos su imparcialidad, y que tenga la intención de trabajar en el marco de las resoluciones de la ONU", confiesa Sidi Mohamed.
Es complicado que se vuelva a las negociaciones en las mesas redondas con sus cuatro participantes: Marruecos, Argelia, Mauritania y el Polisario
Sin embargo, rechazó dos de las 12 propuestas en los dos últimos años. La del ex ministro portugués Luis Amado porque declaró que le parecía bien la proposición de Autonomía de Marruecos, y la del ex primer ministro rumano Petre Roman por haber participado en el Foro Crans Montana en Dajla.
Un puesto vacante
En todo caso, para el Frente Polisario la figura del enviado especial "es algo añadido al proceso". "No lo vemos -la gira- como algo extraordinario, porque no hay nada especial, en lo que va a hacer. No es un fin en sí mismo, sino una ayuda para el proyecto", explica Sidi Mohamed.
El primer enviado especial para el Sáhara Occidental fue James Baker, nombrado por el secretario general de la ONU Kofi Annan en marzo de 1997 para reactivar el proceso con una figura que pudiera reforzar las dos partes. Pero terminó dimitiendo en 2004, lo mismo que el último enviado, Horst Köhler.
De hecho, el puesto permanecía vacante desde que el expresidente alemán dimitió en mayo de 2019, alegando "motivos de salud". Bajo su mandato, el Gobierno de Marruecos y el Polisario, que controla la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), retomaron los contactos, pero la situación ha empeorado después de la ruptura del alto el fuego. Y es complicado que se vuelva a las negociaciones en las mesas redondas con sus cuatro participantes: Marruecos, Argelia, Mauritania y el Polisario, que se mantuvieron en Ginebra promovidas por Horst Köhler.
"Volver atrás es imposible porque simplemente el formato de las mesas redondas ha caducado. El Frente Polisario no formará parte de ninguna más, pero está dispuesto a entablar relaciones directas con Marruecos", sentencia Sidi Mohamed, representante del Polisario en la ONU.
El Polisario justifica la dimisión de los enviados especiales por "la inacción por parte del Consejo de Seguridad. Nunca se ha implicado para hacer avanzar este proceso, y de ahí la dimisión de casi todos los enviados, empezando como James Baker", mantiene Sidi Mohamed.