La caída de un autobús por un barranco en la localidad de Demnat cuando el conductor perdió el control por una curva en la carretera regional número 302, ha puesto de manifiesto una vez más que la seguridad de las carreteras marroquíes es deficiente.
La muerte de 24 personas en este accidente es una de las mayores catástrofes ocurridas en el país en los últimos años y la mayor desde que en 2020 se crease la Agencia Nacional de Seguridad Vial (NARSA, en sus siglas en inglés).
En marzo de este año, 11 personas murieron cuando su vehículo chocó contra un árbol en una zona rural de Marruecos. En 2022, también en un accidente de autobús, 23 personas murieron al volcar en una curva al este de Casablanca.
Lo que se desprende de estos últimos accidentes, es que la tasa de mortalidad es la más alta en comparación con sus países vecinos -10 muertes por cada 100.000-. Es por esto que en 2015 el Ministerio de Equipamiento, Transporte y Logística de Marruecos buscó la asistencia técnica de la Global Road Safety Facility (GRSF) para mejorar la capacidad de gestión de la seguridad vial y las reformas institucionales.
Esta asistencia incluyó un diagnóstico detallado de la Estrategia Nacional de Seguridad Vial para el periodo 2004-2013 y la elaboración de una nueva estrategia para el período 2016-2025, en el que el país se encuentra inmerso ahora mismo.
El periodo 2004-2013 se centró en la mejora de las carreteras rurales para "aumentar la red de pavimentación" indican desde GRSF y esto ha sido un éxito ya que el número de accidentes en estas carreteras en el año 2000 fue de 2.416 y en 2019 -ya en el segundo periodo- 1.827.
Los últimos datos recopilados sobre accidentes arrojaron que 10.003 personas estuvieron afectadas por accidentes graves mientras que las afectadas por accidentes menores se elevaron a 139.339. Esto solo demuestra que los esfuerzos por mejorar la seguridad en las carreteras no son suficientes.
El escritor y conferenciante Francisco Ureta Torcal, expone en su web una serie de avisos sobre la seguridad vial en Marruecos que coinciden con el análisis más exhaustivo que realizó la GRSF.
Este organismo puso el foco en los peatones y los vehículos de dos y tres ruedas al igual que Ureta, que aseguraba que "los peatones no cruzan la carretera sino que se lanzan a autopistas y autovías"; "los coches y taxis compiten por ver quién es el más rápido" o también la forma "kamikace" en la que conducen motos por las calles de la ciudad.
Por el buen camino
Bien es cierto que desde que Marruecos tiene una estrategia de seguridad vial, el número de muertes se ha reducido y la GRSF ha estimado que se han llegado a evitar 9.210 muertes en comparación con las tendencias que existían previas a 2004.
La nueva estrategia 2016-2025 exige al país reducir en un 50% el número de muertes en carretera al final de este periodo y esto se conseguirá "aumentando la red de carreteras pavimentadas", aseguran desde GRSF.
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En 2018, el Gobierno marroquí decidió crear la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que entró en funcionamiento en 2020, lo que ha dotado al país de una estructura en seguridad víal con un presupuesto anula de 180 millones de dólares.
Los principios con los que trabaja la NARSA son la Educación, Supervisión y Asistencia -en este orden- para conseguir unos "estándares elevados de seguridad vial" y adecuados a la normativa internacional en Marruecos.
El ministro de Transportes y Logística, Mohamed Abdeljalil, informó en enero de una evolución positiva de los indicadores de seguridad vial desde el inicio de este segundo periodo.
Abdeljalil dijo que el análisis de los datos sobre accidentes de tráfico muestra una evolución positiva del indicador de víctimas mortales -murieron 3.201, por las 3.622 del años pasado- así como en el número de víctimas mortales (-10,5%) y heridos graves (-17,9%) en comparación con el mismo periodo de 2015, añadió.
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Para el ministro, estos resultados son alentadores pero siguen siendo insuficientes debido a que la Estrategia se encuentra en mitad del periodo asignado. La intención desde el Ministerio de Transportes es elaborar un plan de acción quinquenal con el fin de elevar el ritmo de trabajo y el nivel de implicación de las partes interesadas para alcanzar los objetivos fijados para 2025.
Al ser la seguridad vial una responsabilidad colectiva y compartida, Abdeljalil subrayo que todas las acciones llevadas a cabo por la Agencia deben contar con el apoyo y la adhesión de todos los socios institucionales, profesionales y componentes de la sociedad civil.