El ministro de Exteriores nigerino, Hassoumi Massoudou, miembro del gobierno depuesto por un golpe militar el pasado 26 de julio, pidió hoy a la junta golpista que devuelva el poder para evitar las sanciones y una posible acción militar anunciada por la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao).
En un post publicado en su cuenta en la plataforma X, Massoudou señaló que la acción militar pensada por la Cedeao "no es una guerra contra Níger y su pueblo sino una operación policial contra los secuestradores y sus cómplices".
El pasado día 10 se celebró en Abuya (Nigeria) una segunda reunión extraordinaria de los líderes de la Cedeao -en la que estaba presente Massoudou- que ordenaron "activar" la "fuerza de reserva" del bloque para una posible intervención militar destinada a "restablecer el orden constitucional" en Níger, si bien aseguraron seguir apostando por el diálogo.
La junta nigerina hasta ahora hace caso omiso a las amenazas y sigue asumiendo competencias ejecutivas y constitucionales: nombró un gobierno transitorio -compuesto por 21 ministros-, realizó cambios en diferentes instituciones nacionales y regionales, civiles y militares, elevó el nivel de alerta de las fuerzas del país y cerró el espacio aéreo en prevención contra un posible ataque extranjero.
El recurso a una operación militar divide a varios países del continente: mientras Nigeria, Costa de Marfil y Senegal confirmaron su participación en una operación militar, varios se oponen a esta opción incluso dentro de estos países o en otros como Argelia, Guinea-Conakri o Chad. También Mali y Burkina Faso advirtieron que cualquier acción militar contra Níger, equivaldría a una declaración de guerra contra ellos.
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Delegación nigeriana
Una nueva delegación de la República de Nigeria compuesta por líderes religiosos, llegó al mediodía a Niamey, la capital de Níger, para mediar entre la junta militar golpista en el poder y la Cedeao.
La delegación, encabezada por el jeque Abdulahi Bala Lau, fue recibida en el aeropuerto internacional de Niamey por el nuevo primer ministro designado esta semana por los golpistas, Mahamane Lamine Zeine -economista y antiguo responsable del Banco Africano de Desarrollo- , informó la agencia de noticias ANP.
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Zeine estaba acompañado por miembros de la junta golpista, autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Nación (CNSP), y miembros de la asociación islámica de Níger, explicó la misma fuente que añadió que las dos partes intercambiaron en el salón de honores del aeropuerto.
Se trata de la segunda delegación que llega a Níger después de otra con autoridades religiosas tradicionales de Nigeria y Níger que se reunieron el pasado miércoles con el líder golpista, el general Abdurahamane Tiani.
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Condiciones inhumanas
Bazoum y su familia están privados desde hace algunos días de agua, comida fresca y electricidad en el Palacio Presidencial en Niamey, donde desde entonces se encuentran en arresto domiciliario, dijo a Efe un exconsejero del derrocado mandatario.
El exconsejero, que pidió el anonimato, explicó que Bazoum, con su esposa y su hijo viven de "comida seca" y añadió que hace días se impidió a su médico personal acceder a la residencia presidencial.
La misma fuente, que denunció las "condiciones inhumanas" de la detención de Bazoum y su familia, apuntó que el entorno del presidente depuesto pudo alertar a la comunidad internacional sobre su situación y esta última ha mostrado su preocupación por las condiciones en las que se encuentra el presidente depuesto.