Muere Zoleka, la nieta de Nelson Mandela, a los 43 años: de la pérdida de su hija a sufrir un cáncer

El apellido Mandela vuelve a quedar tocado por la tragedia. La familia del histórico y legendario activista ha informado este martes de la muerte de uno de sus miembros más conocidos. Se trata de Zoleka, nieta de Nelson Mandela, quien ha fallecido a los 43 años tras una larga batalla contra una dolorosa enfermedad. 

A través de un duro y sentido comunicado, la familia Mandela hacía pública la triste noticia e informaba de que Zoleka, que llevaba durante años luchando contra un complicado cáncer, descansaba por fin en paz tras una última etapa de su camino marcada por el dolor y por las dificultades. 

El anuncio llegaba este martes mediante de un escrito publicado a través de la red social Instagram y al que no han faltado las reacciones de personalidades y seguidores. Zoleka, al igual que su abuelo Nelson Mandela y que muchos miembros de su familia, era conocida por su intensa labor activista. Especialmente en Sudáfrica, su país. 

Muere Zoleka Mandela tras una larga batalla contra el cáncer

Zoleka Mandela ha fallecido a los 43 años después de una vida repleta de golpes a los que ha hecho frente siempre con una sonrisa y con su inconfundible espíritu combativo. "Zoleka falleció en la tarde del lunes 25 de septiembre, rodeada de amigos y familiares", rezaba el sentido comunicado de la familia. 

La sudafricana, además de ser conocida por sus lazos familiares con Nelson Mandela, consiguió labrarse una gran fama y una importante reputación gracias a su labor como activista y como escritora. La última parte de su vida estuvo marcada por su lucha contra el cáncer. 

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El pasado 18 de septiembre ingresó en el hospital para "seguir un tratamiento de un cáncer metastásico en la cadera, el hígado, los pulmones, la pelvis, el cerebro y la médula espinal". La enorme propagación de su enfermedad le había conducido a un futuro marcado por la desgracia que todos habían ido asumiendo con el paso inexorable del tiempo. 

Los últimos exámenes médicos a los que se había sometido la activista africana habían confirmado una "progresión significativa de la enfermedad". Por eso, se le habían diagnosticado una fibrosis pulmonar y varios émbolos, es decir, coágulos de sangre.

Durante buena parte de su vida, Zoleka tuvo que lidiar varias batallas contra el cáncer, las cuales fue librando hasta perecer en la más intensa. Además, consiguió superar también su adicción a las drogas y al alcohol. Unas experiencias vitales que le permitieron dar la vuelta a esta controvertida situación para después ganarse la vida escribiendo libros sobre ellas. 

Sin embargo, el mayor golpe de su vida, incluso por encima de su batalla contra el cáncer, fue la pérdida de su hija de 13 años en el 2010. La pequeña fue atropellada durante la inauguración del Mundial de Fútbol que se celebró en el país. Fruto del enorme alboroto que durante esos días registraba el estado, un descuido terminó costándole su vida. 

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Este trance introdujo a Zoleka en un túnel del que nunca fue capaz de salir. Ahora, tras una vida de muchos lamentos, la nieta de Nelson Mandela descansa ya en paz después de que se confirmara su fallecimiento solo un día antes de que su abuela Winnie, quien también lucho contra el apartheid, hubiera cumplido los 87 años.