Tras años problemas con su salud mental, el juego y la bebida, Russell Cook, un joven de 27 años de Worthing, Sussex, decidió dejarlo todo y, como Forrest Gump, simplemente, correr. "Quería cambiar las cosas", defendía Cook, que en febrero de 2023 se lanzó al reto de correr a lo largo y ancho de África.
Más de 16.400 km, 352 días, 16 países y un sinfín de complicaciones después, este hombre apodado "Hardest Geezer" -el tipo más duro-, ha recaudado más de 550.000 libras para obras benéficas, según BBC News.
Su plan inicial era correr de Túnez a Sudáfrica, completando 360 maratones en 240 días sin días de descanso. Pero esta idea se vio pronto interrumpida por la falta de un visado argelino, algo a lo que más tarde o más temprano, tendría que enfrentarse.
Tras un cambio de última hora, el 22 de abril Russell fue hacia el norte desde el punto más meridional de Sudáfrica, un viaje que le llevó por ciudades, selvas tropicales, montañas y el desierto del Sáhara.
Tras recorrer Sudáfrica y Namibia en 50 días, Cook se encontró con su primer gran contratiempo: un atraco a mano armada. El 24 de junio les robaron a él y a su equipo de apoyo cámaras. Se llevaron teléfonos, dinero, pasaportes y sus visados para Angola.
Sin embargo, corredor siguió adelante y sus largas jornadas comenzaron a pasarle factura. Tras correr constantemente más de un maratón al día durante 45 días, Cook se vio obligado a tomarse su primer día de descanso después de que los médicos detectaran sangre y proteínas en su orina.
Pero lo que más le preocupaba eran los dolores de espalda recurrentes. En el día 200, tuvo que reducir la intensidad por orden de un médico de Nigeria, e incluso se tomó dos días consecutivos de descanso.
Aún así, no se detuvo: "Me tomé un par de días para hacerme unas radiografías. No había daños óseos, así que pensé que la única opción que me quedaba era dejar de dar vueltas como una comadreja, tomar los analgésicos más potentes disponibles y volver a pisar la carretera como un zombi", dijo Cook.
Después de tanto esfuerzo, la burocracia casi pone fin a sus planes el día 278. Cook no contaba con el permiso para cruzar la frontera con Argelia desde Mauritania, y tuvo que detenerse. "Si no conseguimos los visados, se acabó el juego", decía en X.
Su vídeo de llamamiento público fue visto por 11 millones de personas, e incluso llamó la atención de Elon Musk, así como de los diputados Tim Loughton y Alexander Stafford y del Ministerio del Interior.
Finalmente, a través de la embajada argelina en Reino Unido, consiguió un visado de cortesía. Lo único que separaba Russell Cook de la línea de meta el desierto del Sáhara.
Las carreteras asfaltadas se agotaron, al igual que la señal y cualquier signo de civilización. Pero se fijó una fecha de finalización: 7 de abril de 2024. Para evitar el calor y las tormentas de arena, Cook corría por la noche y, tras casi un año corriendo, el domingo se calzó por última vez las zapatillas de correr.
Acompañado por seguidores de todo el mundo en esta última etapa, Cook completó el desafío. Al llegar, se unió a la fiesta que le esperaba, con el grupo punk británico Soft Play, antes conocido como Slaves, en un hotel de Bizerte.
Y 'el tío más duro' tuvo por fin en sus manos lo que lleva deseando desde el primer día: un daiquiri de fresa sin alcohol.