El enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, ha apostado este jueves por dividir el territorio entre Marruecos y el frente Polisario como solución a la disputa de casi cinco décadas, según informa Reuters.
El conflicto, que lleva décadas congelado y se remonta a 1975, enfrenta a Marruecos, que considera el Sáhara Occidental como su propio territorio, contra el movimiento independentista Frente Polisario, respaldado por Argelia, que busca un estado independiente.
Rabat afirma que la autonomía bajo soberanía marroquí es lo máximo que puede ofrecer como solución política al conflicto, mientras el movimiento de liberación nacional saharaui insiste en la celebración de un referéndum de independencia.
En una reunión informativa ante el Consejo de Seguridad a puerta cerrada el miércoles, De Mistura afirmó que la partición "podría permitir la creación por una parte de un estado independiente en la parte sur, y por otra parte la integración del resto del territorio como parte de Marruecos, con su soberanía sobre él reconocida internacionalmente".
Sin embargo, De Mistura también reconoció en esta reunión que ni Rabat ni el Frente Polisario aceptaron la propuesta. Además, añadió que el secretario general de la ONU, António Guterres, debería reconsiderar la utilidad de su papel como enviado si no se logran avances en seis meses.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido en sus resoluciones a las partes que trabajen juntas para lograr una solución política mutuamente aceptable al conflicto, al tiempo que califica el plan de autonomía de Marruecos de "serio y creíble".
Mientras el plan de autonomía de Marruecos gana fuerza a nivel bilateral, De Mistura instó el miércoles a Rabat a "explicar y ampliar" su propuesta.
En julio, Francia se convirtió en el segundo miembro permanente del Consejo de Seguridad, después de Estados Unidos, en respaldar la soberanía de Marruecos sobre el territorio.
Argelia reaccionó a la postura francesa llamando a consultas a su embajador en París. El Sáhara Occidental ha estado en el centro de los desacuerdos entre Marruecos y Argelia.
España respaldó en 2022 el plan de autonomía de Marruecos. Las monarquías árabes e Israel también respaldan la soberanía de Marruecos sobre el territorio, donde 29 países, en su mayoría africanos y árabes, han abierto consulados en lo que Rabat ve como un apoyo tangible.