El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado que las familias de los soldados muertos en conflictos "representan lo mejor" del país, en alusión a las recientes críticas del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, a los padres de un militar musulmán caído en Irak.
"Nadie ha dado más por nuestra libertad y seguridad que nuestras familias de estrella dorada", como se conoce en el país a las familias con hijos muertos en la guerra, afirmó el presidente en un discurso pronunciado en Atlanta ante una Convención de Excombatientes Estadounidenses Discapacitados.
Sin nombrar a Trump, Obama se refirió así a la polémica generada este fin de semana por el magnate tras denigrar a Khizr y Ghazala Khan, inmigrantes paquistaníes y padres del capitán del Ejército estadounidense Humayun Khan, muerto por un coche bomba en 2004 en Irak.
El mandatario subrayó que familias como la del capitán Khan constituyen "un poderoso recordatorio de la verdadera fuerza de Estados Unidos". "Nuestras familias de estrella dorada -aseveró- han hecho sacrificios que la mayoría de nosotros ni siquiera podemos imaginar". "Debemos hacer todo lo que podamos por esas familias y honrarles y sentirnos honrados por ellas", agregó Obama.
Críticas en su partido
Trump se ha ganado las críticas de gran parte de la cúpula de su partido y de familias de militares al enfrentarse a los padres de Khan, que intervinieron la semana pasada en la Convención Nacional Demócrata, que nominó a Hillary Clinton como candidata presidencial.
En una entrevista con la cadena ABC News este fin de semana, el magnate aseguró que cuando el padre del militar, acompañado de su esposa, dijo que él no había sacrificado nada en comparación con su hijo muerto, se equivocaba porque había trabajado "muy duro" y creado "miles de empleos".
La analogía entre un héroe de guerra, que falleció tras alejar a sus subalternos del peligro, y un empresario que evitó ir a la Guerra de Vietnam por un problema de juanetes, no ha sentado bien en Estados Unidos.
También ha molestado mucho su insinuación de que la esposa de Khizr Khan no habló en el cónclave porque no la dejaron, quizá por su condición de musulmana.
"Su esposa, si mira a su esposa, ella estaba allí de pie. Ella no tenía nada que decir (...). Quizá no se le permitió decir nada (...). Ella estaba muy callada y parecía que no tenía nada que decir", comentó el multimillonario al entrevistador de ABC News.
Los comentarios del aspirante republicano son inauditos en un candidato presidencial por la reverencia que se profesa en Estados Unidos a los padres de soldados caídos en conflictos, y suponen traspasar una línea roja en el mundo de la política en el país.
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