Cientos de mujeres se han manifestado en el emblemático Obelisco de Buenos Aires mostrando sus pechos desnudos pintados para protestar en contra de la cosificación del cuerpo femenino.
"Hay muchísimos más hombres que mujeres y eso nos da la razón de por qué visibilizamos eso. La mirada que tiene el hombre acerca de nosotras es para el consumo de su visión", argumentó Lola Cofredes, de la organización 'Nosotras Humanistas'.
Entre los cánticos a favor de la libertad de la mujer de mostrar su cuerpo en espacios públicos, alzaban pancartas en las que se podían leer "No vinimos a mostrar las tetas, vinimos a mostrar que somos libres" o "Soberanía sobre nuestro cuerpo" y "Abajo la represión y el negocio sobre el cuerpo de las mujeres", entre otras.
Esta convocatoria surge a raíz de la expulsión, hace dos semanas, de tres mujeres que tomaban el sol sin la parte de arriba de su traje de baño en la playa de Necochea, perteneciente a la provincia de Buenos Aires (este), cuando unos 20 policías locales llegaron y les pidieron que se taparan por petición de algunos presentes, bajo la advertencia de que serían detenidas por violar un norma penal que rige desde 1973, cuando gobernaba el país una dictadura militar.
Las mujeres se retiraron de la playa pero varios vídeos grabados por testigos se hicieron virales y encendieron el debate sobre la pertinencia de la prohibición de esta práctica en Argentina y sobre la magnitud de la actuación de la policía, que llegó a movilizar a varias patrullas de agentes por este episodio.
Dos días después, el juez de Necochea Mario Juliano decidió archivar el caso abierto contra las mujeres que tomaban sol en topless por el presunto delito de "actos obscenos".
'Censúrame ahora'
Ailén Glacis estaba en la manifestación porque, a su juicio, "los cuerpos de la mujer tienen que dejar de estar sexualizados y no puede ser que las tetas tengan que ser para el disfrute masculino".
De las alrededor de 500 manifestantes reunidas, casi un centenar mostraba sus pechos con los pezones pintados, algunas en forma de flores, y otras utilizaban su espalda a modo de cartel reivindicativo con lemas como "censúrame ahora".
Para Cofredes, en la sociedad argentina "está mal visto" tomar el sol en una playa sin parte de arriba del traje de baño, pero para ella "es una cuestión de libertad".
"Cuando vimos esa noticia utilizamos eso para visibilizar la construcción violenta acerca del cuerpo de la mujer", añadió la activista.
Otra de las mujeres que protestaban mostrando sus pechos pintados, Silvia Suárez, alegó que es "fantástico que haya mujeres que se pongan la camiseta de provocar algo tan grande (en relación a la concentración) y que tenga una respuesta tan grande".
Entre los más de 500 hombres que se encontraban de público, Silvio de 61 años había ido sin camiseta para apoyar a las mujeres manifestantes ya que, a su juicio, esta concentración "tiene que servir para que la gente despierte (...) y apoye a este movimiento lógico".
En ese sentido, Ailén Glacis aseguró que la presencia de los hombres en la manifestación fue "muy invasiva" lo que, a su juicio, muestra que "los varones siempre estuvieron marcando hasta dónde puede estar la mujer en el espacio publico".
Al grito de "afuera el macho, afuera", "pajeros" o "que se vayan todos y no quede ni uno", las mujeres concentradas reclamaron a los varones que se retiraran del lugar ya que la mayoría portaban móviles o cámaras para hacer fotos