Grupos de manifestantes entraron en la noche de este viernes en el Congreso de Paraguay tras hacer retroceder a los policías presentes a raíz de que 25 senadores aprobasen  un proyecto de enmienda constitucional para habilitar la polémica reelección presidencial.

Lo hicieron en un nuevo brote de los incidentes violentos registrados este viernes, en los que fueron heridos por pelotas de goma policiales el presidente del Partido Liberal, Efraín Alegre, y el diputado de esa formación Edgar Acosta. Algunos agentes también resultaron heridos, según la Policía Nacional.

Precisamente en estos choques un joven falleció tras recibir disparos de la policía, según ha confirmado el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre.



Alegre declaró que la Policía irrumpió "de forma bárbara" en el local del partido, en el centro de Asunción, y disparó contra los manifestantes, algunos de los cuales resultaron heridos de gravedad.

Momentos antes, varios cientos de personas rompieron la barrera policial en una batalla campal en la que las fuerzas del orden dispararon proyectiles de goma, lanzaron gas lacrimógeno y accionaron las tanquetas de agua.

Daños en el edificio del Congreso

Los manifestantes destrozaron vidrieras del edificio, en el centro histórico de Asunción, y quemaron las puertas de entrada, además de lanzar petardos y piedras a la Policía. Algunos de quienes entraron al recinto se apoderaron de documentación que luego arrojaron en el exterior.

Los incidentes comenzaron después de que 25 senadores votaran a favor del proyecto de enmienda en las dependencias del Frente Guasú, del expresidente Fernando Lugo, y sin la presencia del resto de legisladores ni del presidente del Senado, Roberto Acevedo. La Constitución paraguaya prohíbe la reelección presidencial.

El partido de Lugo aprueba la enmienda para que el exobispo y expresidente del país pueda presentarse a las elecciones de 2018, y el Partido Colorado para que lo haga el actual presidente paraguayo, Horacio Cartes.

El Partido Liberal, el mayor de la oposición, y otras fuerzas opositoras, alegan que la enmienda es anticonstitucional como medio de facultar un segundo mandato presidencial.