Santos confirma 254 muertos en la catástrofe de Mocoa

La ciudad colombiana de Mocoa era este domingo una zona de desastre, donde decenas de socorristas buscaban entre una espesa capa de lodo a supervivientes, heridos y cadáveres dejados por la avalancha que asoló en la madrugada del sábado la capital del departamento selvático de Putumayo.

El río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos formaron riadas de agua, lodo, piedras y árboles que arrasaron 17 barrios de esta ciudad de unos 45.000 habitantes situada en el sur de Colombia, en la zona de frontera con Ecuador.

Al menos 254 muertos, entre ellos 43 menores de edad, y 203 heridos dejaba este domingo la tragedia, según cifras divulgadas por el presidente del país, Juan Manuel Santos, que viajó por segundo día consecutivo a la zona para comandar las tareas de atención a las víctimas.

Gran parte de la capital del Putumayo, un departamento tradicionalmente afectado por el conflicto armado y los cultivos de coca, permanecía este domingo bajo una espesa capa de lodo en la que sobresalían restos de casas, muebles, troncos y decenas de vehículos arrastrados por fuerzas de la naturaleza.

"Me informan que desgraciadamente la cifra de muertos subió a 254", escribió luego Santos en su cuenta de Twitter horas más tarde de su visita en la que estableció en 210 la cifra de fallecidos.

Según el jefe de Estado, del total de fallecidos 170 ya han sido identificados "en tiempo récord" y 112 "están a disposición de la Fiscalía para ser entregados a sus seres queridos".

Mientras, la cifra de heridos se mantiene en 203, sostuvo Santos, quien aseguró que no tienen "ninguna persona oficialmente declarada como desaparecida" pese a que por la zona de la tragedia deambulan numerosas personas buscando a familiares y amigos de quienes no saben nada desde la noche del viernes.

La policía identificando cuerpos de víctimas junto a familiares. Reuters

"Tenemos un reto grande que es el de continuar con la búsqueda de desaparecidos, por eso hay 400 expertos por la cuenca (de los ríos), también estamos apoyándonos por vía aérea con los helicópteros y además un soporte en la parte de Puerto Guzmán y Puerto Limón con unos botes inflables", dijo por su parte el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez.

Listas en el hospital para buscar familiares

Con su ciudad todavía en estado de shock, sin agua potable ni electricidad, los habitantes de Mocoa esperaban a las puertas del cementerio o examinaban las listas que cuelgan en el hospital en busca de sus allegados.

"Esto fue un desastre total, con la gente corriendo de un lado para otro y el río corría por las calles", relató a Efe José Noel Marcasú, propietario de una ferretería que lo perdió todo aunque salvó su vida porque a la hora de la avalancha, por ser de noche, estaba en su casa en otro sector de Mocoa.

Por su parte, Víctor Andrés Montenegro, quien buscaba a su esposa y su hermana entre las listas del hospital, vivía la confusión y el temor que sufren los supervivientes.

"En mi corazón no siento que estén muertas, pero el momento que viví (cuando se produjo la avalancha) sentí morir y no creo poderlas encontrar con vida. Si se da eso es una bendición y no pierdo las esperanzas pero siendo realistas, (viendo) las consecuencias de ese desastre que pasó, es imposible", comentó a Efe.

Otro grupo de personas aguardaba pacientemente información sobre familiares y amigos que no encuentran a las puertas de un cementerio, paso obligado de quienes llegan a Mocoa por la carretera que une esta ciudad con la vecina Villagarzón, donde está el aeropuerto.

Hasta ese lugar las autoridades han trasladado a muchos de los fallecidos, envueltos en bolsas de plástico blancas, debido a que la morgue de Mocoa está saturada de cadáveres.

Goteo incesante de aviones con ayuda

Tras informar de las acciones adoptadas para atender la situación de salud, infraestructura y vías tras la emergencia, Santos prometió a los habitantes de Mocoa y del Putumayo que los ayudarán "para que salgan adelante y para que queden mejor de lo que estaban antes de esta tragedia".

Ante la magnitud de la catástrofe, al aeropuerto de Villagarzón, que dista unos 40 minutos por carretera desde Mocoa, no paran de llegar aviones y helicópteros militares con socorristas, medicinas, alimentos y herramientas para la remoción de escombros, que regresan a ciudades como Neiva o Popayán para llevar heridos.

El director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Omar Franco, explicó que en la zona de Mocoa se registraron entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, 129 milímetros de lluvia y que "el 80 % cayó en tres horas".

Un hombre camina entre el lodo dejado por el desbordamiento de los ríos. Reuters

"La precipitación tan concentrada en el tiempo contribuyó a esta inmensa tragedia. En los últimos 25 años en esa zona habíamos tenido precipitaciones incluso superiores pero sin embargo eran dispersas en 24 horas", explicó Franco.

Primeras ayudas a los afectados

En su informe ante la prensa, el jefe de Estado anunció que las familias recibirán un seguro de 18,5 millones de pesos (unos 6.440 dólares) como seguro por sus parientes fallecidos y que le entregarán 250.000 pesos (unos 87 dólares) mensuales a las familias que requieran alquilar viviendas mientras se soluciona su caso.

Al dar cuenta de la situación de salud, infraestructura y vías en la zona, Santos señaló que la planta de energía del hospital cuenta con combustible suficiente para su funcionamiento, y que se trasladaron medicamentos y otros insumos en cuatro vuelos de aviones Hércules de la Fuerza Aérea Colombiana.

Santos informó que se han movilizado ya 26 camiones para atender la necesidad de agua potable en la zona, así como plantas potabilizadoras, y anunció se iniciará "de inmediato" la construcción de un acueducto para Mocoa.

Además anunció que se han habilitado cinco puentes de siete que comunican los distintos barrios de Mocoa que resultaron afectados, y que se está trabajando en el traslado de dos subestaciones de energía eléctrica ante los daños sufridos por la planta local.

"Hoy en día la mitad o casi 85% del Putumayo está sin energía, sobre todo el medio y bajo Putumayo", explicó el presidente, que además prometió que se construirán viviendas para los damnificados y se entregarán ayudas para los que necesiten mejorar sus inmuebles.