Al menos 12 fallecidos durante saqueos en una barriada popular caraqueña y un muerto en medio de protestas opositoras, además de varios daños materiales, fueron este sábado el saldo de la tensión que se vive en Venezuela, mientras Gobierno y oposición se responsabilizan mutuamente de la violencia.
Más de una docena de comercios fueron saqueados la madrugada de este viernes tras una protesta antigubernamental en la parroquia popular de El Valle, al oeste de Caracas, entre ellos una panadería donde murieron electrocutadas nueve personas que participaban en el robo.
El Gobierno elevó las víctimas mortales en El Valle a 12, tres por arma de fuego, y cifró en seis las personas que resultaron heridas por disparos -entre ellas dos oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y dos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada).
En un comunicado, la Fiscalía informó de que una comisión investigará estos hechos.
"Querían quemar niños"
El alcalde del municipio Libertador de Caracas, el chavista Jorge Rodríguez, aseguró este sábado que dirigentes de la oposición "querían quemar niños" durante los disturbios en El Valle, ya que las autoridades tuvieron que evacuar el hospital materno infantil de la zona, afectado por los disturbios generados.
"Bandas de delincuentes fueron activadas para atacar el centro de salud", afirmó el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, quien explicó que "28 niños, seis de ellos recién nacidos", debieron ser evacuados hacia otros centros de salud".
Por su parte, el vicepresidente venezolano, Tareck el Aissami, responsabilizó al diputado opositor José Guerra y le señaló como un promotor de "actos terroristas".
El Aissami afirmó que Guerra ha "complotado y articulado sus acciones criminales junto con grupos de bandas armadas que atacan al pueblo".
Por su parte, Guerra aseguró en rueda de prensa de la alianza antichavista Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que la violencia en la zona la inició la Guardia Nacional que, afirmó, disparó hacia edificios y lanzó bombas lacrimógenas para dispersar una protesta opositora.
Guerra señaló que la GNB aplicó una "primera tanda de represión" en las cercanías del hospital materno y, según él, fue "el humo de las bombas lacrimógenas" lo que "se extendió" hasta el materno y por lo que las autoridades tuvieron que evacuarlo.
"Las bombas lacrimógenas no las tenemos nosotros, sino los funcionarios de la GNB y los paramilitares del Gobierno", sostuvo Guerra.
Asimismo, aseveró que existen grupos de civiles "armados por el Gobierno" que actúan con impunidad frente a los cuerpos de seguridad del Estado, y afirmó que fueron miembros de estas agrupaciones quienes promovieron la violencia en la parroquia El Valle.
El primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, acusó a Guerra y a los diputados opositores Tomás Guanipa e Ismael León de ser responsables de la violencia e infirió que ellos "le pagaron" a quienes cometieron estos actos de "terrorismo".
También anunció a través del canal estatal VTV que el próximo domingo el chavismo saldrá a "construir" las zonas que han sido atacadas por la "derecha" en los últimos días.
Por otra parte, el alcalde del municipio caraqueño de Sucre, el opositor Carlos Ocariz, informó hoy de la muerte de un hombre en el barrio popular de Petare, en el este de la capital, durante las protestas antigubernamentales y pidió que se investigue y castigue a los culpables.
"Con mucho dolor informo la muerte por impacto de bala de Melvin Guaitan, humilde trabajador vecino del Barrio Sucre, Petare", señaló Ocariz en su cuenta de Twitter.
La Fiscalía venezolana designó a un fiscal para investigar este caso.
Esta muerte se sumaría a la de otras nueve personas que en las últimas tres semanas han fallecido en escenarios de protestas, entre ellos un sargento de la GNB.
Cruce de acusaciones
La oposición ha responsabilizado a colectivos armados de ser causantes de algunas de estas muertes, mientras que el Gobierno de Nicolás Maduro responsabiliza al antichavismo.
Diez diputados opositores acudieron al Ministerio de Interior y responsabilizaron al jefe de ese despacho, Néstor Reverol, así como a Nicolás Maduro, de "la represión brutal" a la que han sometido a los manifestantes.
Maduro ha señalado directamente a militantes de partidos pertenecientes a la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de disparar a manifestantes y anunció que demandará al líder opositor Henrique Capriles por difamar a su Gobierno y al Ejército por acusarles de esas muertes.
La oposición venezolana insiste en convocar manifestaciones en contra de lo que considera una ruptura del hilo constitucional por lo que para este sábado llamó a realizar una marcha en silencio "por los caídos" hasta la sede de la Conferencia Episcopal de Venezuela, en el oeste de Caracas.
Además de los trece muertos, las protestas en Venezuela han dejado más de un centenar de heridos y 550 detenidos, según la ONG Foro Penal Venezolano.